Nicaragua se arrojó a los brazos de China y Rusia, mientras Estados Unidos concentra sus recursos a miles de kilómetros en los conflictos de Ucrania e Israel y Palestina.
– En tanto Moscú se comprometió a introducir a Managua en el campo de la energía atómica, de acuerdo con un instrumento suscrito por las partes.
A pesar de las declaraciones altisonantes de los altos responsables de Washington que no tolerarán la presencia de los dos países en la región y a quienes consideran actores no democráticos, lo cierto es que tanto Pekín como Moscú avanzan en su establecimiento en la región.
El embajador chino en Managua, Cheng Xi, en un artículo publicado en el diario digital oficialista el 19 Digital y reproducido en la página web de la embajada del país asiático en Nicaragua, resaltó que, en solo dos años del restablecimiento de relaciones entre los dos países, sus gobernantes realizaron “un salto significativo elevándose a la Asociación Estratégica” los vínculos entre ambos Estados.
Pekín y Managua acordaron en su Asociación Estratégica rechazar conjuntamente el hegemonismo y la política de fuerza, y “se oponen resueltamente a la politización e instrumentalización de la cuestión de los derechos humanos” y la injerencia en los asuntos internos de otros bajo el pretexto de la “democracia y los derechos humanos”.
En la declaración conjunta suscrita por ambas naciones, se indica literalmente que “la parte china apoya a sus empresas poderosas a realizar inversiones y cooperaciones en Nicaragua y participar en la construcción de infraestructura! local, y está dispuesta a estudiar activamente los proyectos de inversión y financiación propuestos por la parte nicaragüense. La parte nicaragüense se dispone a mejorar y continuar fortaleciendo el clima de negocios para ofrecer apoyo político y facilidades a las empresas chinas que inviertan y operen en Nicaragua”.
Proyectos de infraestructura
Como parte de la Asociación Estratégica, China financiará la construcción del aeropuerto internacional “Punta de Huete” en Nicaragua, un viejo proyecto soviético para instalar una base aérea en los años 80 del siglo pasado para albergar una flota de aviones Mig 21, pero que el entonces presidente estadounidense Ronald Reagan prometió destruir con bombardeos si se concretaba.
Para ello, Nicaragua firmó un acuerdo de deuda por el equivalente de 430 millones de dólares con una empresa constructora china, pero el mismo se suscribió en yuanes, la divisa del gigante asiático, que forma parte de su estrategia de elevar el perfil de su moneda y reducir la influencia global del dólar estadounidense.
Es la primera transacción que se conoce en la firma de un crédito en Yuanes a nivel centroamericano.
Aparte del aeropuerto de “Punta Huete”, las partes suscribieron el proyecto Tres Esferas para el almacenamiento de GLP (gas licuado de petróleo).
Aparte de la Asociación Estratégica, los dos países pusieron en vigencia este 1 de enero el tratado de libre comercio.
Del lado nicaragüense señalaron su interés en llegar a exportar 200 millones de dólares este 2024 e incrementarlo a 1 mil millones de dólares en cinco años.
Estrechan vínculos con Rusia
Otra de las bestias negras de Washington, Rusia, es de los preferidos del régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, presidente y vicepresidenta respectivamente, para estrechar vínculos diplomáticos, comerciales y de seguridad.
Moscú se comprometió con Managua en introducirla en el campo de la energía atómica, de acuerdo con un instrumento suscrito por las partes, además de ser su principal proveedor de armamentos desde que Ortega llegó al poder por primera vez en 1979.
Nicaragua alberga ya una estación satelital rusa, pero los funcionarios de Moscú señalan que es la única en Centroamérica y que sirve para su sistema Glonass, el equivalente ruso al GPS estadounidense y el Galileo de la Unión Europea.