Por: Ángela Marieta Sosa
El actual gobierno de Honduras, encabezado por la presidenta Xiomara Castro (en funciones desde enero de 2022) ganó las elecciones haciendo demagogia de los derechos humanos, prometiendo cambios estructurales en su administración, pero, diversos organismos nacionales e internacionales han señalado errores, omisiones o insuficiencias en sus políticas y acciones relacionadas con los derechos humanos.
1.Anunciar la creación ingarante y violatoria de derechos humanos de un “alcatraz” en la Isla del Cisne, por encima de la necesidad de hospitales, insumos médicos y más escuelas, pero siguen pujando por hacerla, estratégicamente y para réditos políticos están postergando lo que a futuro pudieran consolidar en el marco de la concentración de poder absoluta.
2.Avances limitados en seguridad ciudadana: A pesar de la intención declarada de reformar las fuerzas de seguridad, aún se reportan incidentes de abuso de autoridad, uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias y corrupción policial. No se han consolidado mecanismos eficaces de educación, control y rendición de cuentas que garanticen la prevención y sanción de violaciones a derechos humanos cometidas por las fuerzas del orden.
3.Persistencia de la impunidad: La falta de resultados concretos en investigaciones y juicios por violaciones pasadas y presentes, incluyendo casos emblemáticos de asesinatos de defensores de derechos humanos, activistas ambientales, periodistas y opositores políticos, continúa siendo un problema sin solución. Los esfuerzos por fortalecer el sistema de justicia (incluyendo la independencia judicial) son percibidos como insuficientes. Las víctimas siguen enfrentando obstáculos para acceder a una justicia pronta e imparcial.
4.Protección insuficiente a defensores de derechos humanos, periodistas y activistas ambientales: Continúan las amenazas, hostigamientos y actos de violencia contra personas que defienden derechos humanos, territorios indígenas, recursos naturales o que investigan corrupción. Aunque se han anunciado planes de protección, la implementación de medidas efectivas y sostenibles para garantizar su seguridad ha sido lenta y con resultados mediocres.
5.Criminalización de la protesta social: Si bien se han dado pasos para evitar el uso desproporcionado de la fuerza en manifestaciones, persisten denuncias de detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza contra manifestantes e intimidación a líderes comunitarios. Todavía no se consolidan garantías robustas que reconozcan plenamente el derecho a la protesta pacífica y la libertad de expresión.
6.Débil respuesta ante la violencia de género: A pesar de ser gobernados por una mujer, Honduras continúa presentando altas tasas de violencia contra las mujeres y feminicidios. Aunque el gobierno ha reconocido el problema, las políticas públicas y la asignación de recursos a instituciones especializadas no han mostrado aún la efectividad suficiente para reducir significativamente esta violencia. La falta de investigaciones diligentes, sentencias condenatorias y programas integrales de prevención sigue generando desconfianza y vulnerabilidad en las víctimas.
7.Acceso limitado a derechos económicos, sociales y culturales: Persisten elevados índices de pobreza, desigualdad, inseguridad alimentaria y problemas en el acceso a la salud y la educación. Estas condiciones socioeconómicas, profundizadas por el actual gobierno, siguen sin recibir respuestas contundentes que garanticen los derechos humanos básicos de las personas más vulnerables.
8. Nepotismo galopante: el nepotismo actual en Honduras afecta los derechos humanos al minar la eficacia, imparcialidad y legitimidad de las instituciones estatales, perpetuar la desigualdad y la corrupción, y limitar las oportunidades y la justicia para la población en general. Combatir el nepotismo y fortalecer la transparencia, la rendición de cuentas y la meritocracia es indispensable para avanzar hacia un Estado que respete y promueva plenamente los derechos humanos de todos sus habitantes.
9. Estrategias de Cooptación en un sector de sociedad civil: es la misma fotografía histórica, los que ayer reclamaban, hoy no, porque sucumben al poder, para beneficios organizacionales y personales; debilitando cada vez más la incipiente democracia y consecuentemente socavando los derechos fundamentales de poblaciones vulnerables.
10. Expulsión de la inversión extranjera: violentando los derechos humanos de las personas que participan en proyectos de inversión, como ser inversionistas, trabajadores, proveedores, comunidades locales y consumidores en el entorno donde opera dicha inversión.
Los principales errores del actual gobierno de Honduras en materia de derechos humanos se centran en la lentitud de reformas institucionales, la continuidad de la impunidad, la falta de protección efectiva para defensores y activistas, la insuficiencia en garantizar el pleno ejercicio de libertades públicas, el nepotismo y la limitada capacidad de respuesta ante desigualdades y violencia estructural.