By El Palacio de Buckingham ha anunciado mediante un comunicado que Kate Middleton, la princesa de Gales, ha sido intervenida cirugía abdominal y se tomará un descanso que, en principio, durará hasta después de Semana Santa.
La noticia ha llegado como una sorpresa, aunque era una operación que estaba programada. Según el mismo comunicado, la operación ha sido todo un éxito. Si no hay complicaciones, la mujer del príncipe Guillermo de Inglaterra retomará sus actividades a un ritmo normal después de la convalecencia.
En principio no parece una intervención menor porque estamos hablando de una hospitalización de al menos dos semanas. De hecho, hay que tener en cuenta que también la convalecencia prevista es al menos de dos meses.
Este revés de salud, sin duda, trastoca también la agenda institucional del príncipe de Gales, que, lógicamente, tiene que estar al lado de su mujer y de sus hijos, que también requieren atención en estos momentos. En un principio Guillermo va a llevar una actividad más o menos normal, pero habrá que esperar acontecimientos.
Noticia sorpresa: no se sabía que Kate estaba enferma
La información de la que se dispone en estos momentos es escasa. También es esperable que los tabloides, la prensa sensacionalista británica, respete esta convalecencia y sea rigurosa en sus informaciones. La relación que los príncipes de Gales mantiene con estos medios es excelente, al contrario de lo que sucede con los Sussex.
Kate Middleton es una figura muy valorada en el Reino Unido, al igual que su marido, el príncipe Guillermo. Tanto es así que debido a la longevidad de la reina Isabel II se mantuvo como hipótesis que el actual rey Carlos III no llegara a serlo y fuera su primogénito quien ocupara el Trono.
La imagen de la princesa de Gales ha sido impoluta en todos estos años y su familia ha dado pocos motivos para alimentar a la prensa sensacionalista. Más allá de críticas menores por la empresa de regalos y que organizaba fiestas infantiles que creó s u madre, Carole Middleton, y el ascenso social de sus hermanos, Pippa y James Middleton, nada se les ha podido achacar.
De igual manera, el príncipe Guillermo no ha protagonizado escándalos como su hermano Harry, muy conflictivo desde su adolescencia. El primero en la línea sucesoria británica es descrito en los medios como el epítome de los valores familiares y que, además, ha logrado sobreponerse a la trágica muerte de su madre, Lady Di, y ser un magnífico representante del legado de los Windsor.
Kate Middleton, por su parte, más allá de la ruptura de juventud con Guillermo, y su posterior reconciliación, tampoco ha dado ningún quebradero de cabeza a una familia real que en los últimos años ha tenido abierta diversos frentes. El más mediático, el de los Sussex cuando decidieron dejarlo todo para irse a California y el más escabroso y delicado el del ahora denostado príncipe Andrés y su relación con Jeffrey Epstein, que sigue dando de qué hablar a día de hoy.
