By Monseñor José Antonio Canales, en un reciente pronunciamiento, ha expresado su preocupación por el estado actual de Honduras y ha llamado a la reflexión sobre las prioridades nacionales.
En sus palabras, destacó la necesidad de pensar en un país donde cada hondureño y hondureña pueda vivir mejor, pero lamentó que esta meta se vea obstaculizada por la lucha por el poder y los intereses personales y partidistas que predominan en la política del país.
El líder religioso enfatizó la importancia de la doctrina social de la iglesia, que insta a buscar el bien común por encima de intereses individuales o de grupo. Señaló que, desafortunadamente, muchos líderes políticos priorizan sus propios intereses sobre las necesidades del pueblo hondureño, lo que dificulta la lucha contra la pobreza que afecta al 74 % de la población.
Una de las deficiencias que identificó Canales es la falta de un plan de país que trascienda los cambios de gobierno. Criticó la falta de continuidad en los proyectos y estrategias, lo que consideró un «infantilismo político» que perpetúa la inestabilidad y el estancamiento en el desarrollo del país.
Seguidamente, propuso la necesidad de un acuerdo nacional que garantice la continuidad de las políticas independientemente del partido en el poder, con el objetivo de construir una Honduras próspera a largo plazo.
Desde su experiencia en zonas rurales, Canales relató que ha observado las dificultades que enfrenta la población para acceder a condiciones de vida dignas, como vivienda, alimentación y atención médica. Subrayó que los hondureños no buscan la riqueza, sino vivir con dignidad, y lamentó que la sociedad no haya logrado garantizar este derecho fundamental para todos sus ciudadanos.
Finalmente, el Monseñor hizo un llamado a la reflexión en Semana Santa y procurar la justicia social, instando a una sociedad más equitativa donde se asegure el bienestar de todos, especialmente de aquellos que carecen de lo necesario para vivir con dignidad. Concluyó reiterando la urgencia de encontrar soluciones a los problemas históricos que aquejan al país y trabajar juntos hacia un futuro más justo y próspero para todos los hondureños.
