Un comité especial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentó este martes un informe en el que expuso que China subvenciona la producción de fentanilo en el exterior, que acaba alimentando la crisis de esta droga dentro del país norteamericano. Las conclusiones fueron presentadas durante una audiencia en la que se evaluó el rol del gigante asiático en la epidemia de esta sustancia, que encabeza hoy el ranking de las muertes por sobredosis.
Según pudieron determinar los investigadores, Beijing ofrece estos incentivos económicos sobre la fabricación de los materiales y precursores químicos que son utilizados por los narcotraficantes en la elaboración de esta sustancia y otras sintéticas, siempre que las empresas las vendan fuera de sus fronteras. Asimismo, el régimen de Xi Jinping ayuda a los fabricantes a evadir investigaciones de las autoridades estadounidenses al avisarles cuando éstas han enviado una solicitud formal sobre ellas.
Inclusive, los miembros del comité aseguraron que varios de los objetivos no sólo han logrado salir impunes sino que han logrado reinventarse para que sus actividades sean aún más difíciles de detectar.
Por otro lado, Raja Krishnamoorthi, principal demócrata de la comisión, agregó que existen empresas chinas que venden estos opiáceos sintéticos en sus sitios web y acompañó sus palabras con capturas de pantalla que sus colegas habían realizado la noche anterior, previo al encuentro.
“Hay cientos de estos anuncios en Internet, esto es completamente inaceptable”, apuntó.
Al presentar estas conclusiones, el presidente de la Comisión, el republicano Mike Gallagher, declaró que “a través de sus acciones, el Partido Comunista Chino nos está diciendo que quiere que entre más fentanilo en nuestro país… quiere el caos y la devastación que ha provocado la epidemia”.
Por su parte, el ex fiscal general William Barr sostuvo que el informe “descubrió pruebas convincentes” de que Beijing está “metido hasta las rodillas” en el patrocinio y la facilitación de la exportación de los precursores del fentanilo, desmintiendo así la narrativa de cooperación que sostiene. “No creo que podamos contar con su buena voluntad, como hemos hecho en el pasado”, sumó.
Los hallazgos de la investigación se conocieron apenas unos meses después de que Estados Unidos y China renovaran su compromiso en la lucha contra esta epidemia. En noviembre, el presidente Joe Biden y su homólogo Xi Jinping anunciaron la reanudación de la cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico, cuyo foco está en la reducción del flujo de precursores químicos y el tráfico de drogas sintéticas.
Si bien en un primer momento pareció un importante paso, lo cierto es que, casi cinco meses después, surgen grandes interrogantes sobre el real cumplimiento de Beijing de sus promesas ya que esto constituye un “negocio paralelo” que permite maximizar beneficios.
Es por ello que Barr, al término de su exposición, recomendó a las autoridades estadounidenses que se valgan de su poder comercial y económico para presionar aún más al país asiático y exigirle un real cumplimiento de las leyes. A la par, instó a los civiles a tomar acción y denunciar a las empresas y personas implicadas en estos actos ilícitos.
En tanto, el propio informe concluye solicitando al Congreso facultades para que el Presidente sancione a los actores implicados en esta cadena y que imponga condenas financieras a los infractores, junto con actualizaciones periódicas sobre la implementación de dichas acciones.
Por otro lado, se pide la creación de un grupo de trabajo que cuente con recursos económicos, de Inteligencia y de aplicación de la ley, que responda al Fiscal General del país y actúe en calidad de asesor especial de Biden en el Consejo de Seguridad Nacional, con autoridad sobre la cartera de opioides.
De momento, la Embajada china en Washington no emitió declaraciones al respecto.