Incautaciones de droga en Honduras siguen en el auge sin nadie que las frene

Incautaciones de droga en Honduras siguen en el auge sin nadie que las frene

Las incautaciones de droga en Honduras alcanzaron niveles récord en 2024, con más de 24 toneladas decomisadas, pero el tráfico ilícito sigue en auge.

Las incautaciones de droga en Honduras alcanzaron niveles récord en 2024, con más de 24 toneladas decomisadas, pero el tráfico ilícito sigue en auge. Autoridades y expertos advierten que, pese a los avances, la ubicación del país y la corrupción facilitan su papel como punto clave en la ruta de la cocaína.

Honduras sigue siendo un actor clave en el tráfico internacional de drogas. Su posición geográfica la convierte en un punto de tránsito esencial para los narcotraficantes que buscan enviar cargamentos de cocaína hacia Estados Unidos.

Las avionetas que aterrizan en pistas clandestinas y las lanchas rápidas que navegan por el Caribe hondureño son apenas algunas de las modalidades empleadas para mover toneladas de estupefacientes cada año.

Según el Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo (Cimcon), en 2024 las autoridades hondureñas incautaron más de 24 toneladas de cocaína (24,531 kg) en diversas operaciones.

Esta cifra marca un récord en decomisos y un golpe a las Organizaciones Criminales Trasnacionales (OCT).

Sin embargo, el informe advierte que la actividad ilícita no disminuye; al contrario, se intensifica en ciertas regiones estratégicas.

Cooperación internacional: un aliado clave

El combate al narcotráfico en Honduras no sería posible sin la cooperación internacional.

La entonces Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) jugó un papel fundamental en la capacitación de instituciones de justicia y seguridad.

Además, la tecnología proporcionada por aliados, como los sistemas de vigilancia aérea y marítima, permitieron detectar e interceptar más cargamentos ilícitos.

Un ejemplo claro de estos esfuerzos es la Operación Relámpago, realizada en 2022 con la participación de fuerzas de seguridad de Honduras, Estados Unidos y Colombia.

Esta acción permitió la incautación de drogas y la captura de importantes líderes criminales.

La inteligencia compartida entre países es vital para anticipar estrategias de las OCT y debilitar sus redes de transporte.

Los mares centroamericanos: una autopista

A pesar de los esfuerzos combinados, las estadísticas del Cimcon evidencian la magnitud del problema.

En 2024, se registraron 38 eventos de incautaciones en Honduras, El Salvador y Guatemala, en las que destacan el uso de:

Lanchas rápidas tipo “go fast” (23 casos)

Depósitos ilegales de droga (9 casos)

Contenedores marítimos (4 casos)

Cargas balizadas (1 caso)

Narcotráfico mediante semisumergibles (1 caso)

En total, se incautaron 52,741 kg de cocaína en la región, con Honduras representando el mayor volumen de decomisos (24,531 kg).

Le sigue El Salvador (15,753 kg) y Guatemala (12,457 kg). En comparación con 2023, cuando solo se reportaron

6,241 kg de decomisos conjuntos, el incremento es notable.

En Santa Rosa de Aguán enterrada en la playa se hallaron 341 kilos de cocaína de un narco colombiano. Foto: Policía Nacional.

Corrupción y puertos: el eslabón débil

A pesar de los decomisos récord, Cimcon advierte que las terminales portuarias de la región continúan siendo puntos vulnerables.

El crimen organizado mantiene vínculos con funcionarios corruptos que permiten que la droga fluya con mayor facilidad a través de los puertos hondureños.

El informe recomienda endurecer las penas para los implicados en el tráfico de drogas, especialmente para funcionarios públicos y dueños de embarcaciones no autorizadas utilizadas en el narcotráfico.

Las lanchas de bajo perfil (LPV) y los semisumergibles son de interés. Los expertos aseguran que sin una legislación más severa, los esfuerzos operacionales pueden diluirse en un sistema que permite la impunidad.

El futuro en la lucha contra el narco

Honduras demuestra capacidad operativa y avances significativos en la interdicción de drogas, pero el narcotráfico evoluciona.

“Mientras existan demandas millonarias de cocaína en Estados Unidos y corrupción en los países de tránsito, las organizaciones criminales siempre encontrarán nuevas rutas y métodos para evadir la ley”, dice el informe de Cimcon.

Los esfuerzos combinados de Centroamérica, reflejados en el Convenio de Cooperación Biométrica firmado en 2024 entre Honduras, Guatemala y El Salvador, pueden marcar una diferencia en la lucha contra el crimen organizado.

Sin embargo, expertos señalan que el verdadero reto radica en la depuración de las instituciones estatales, además del cierre de brechas que permiten el tráfico de drogas en puertos, aeropuertos y fronteras terrestres.

Por ahora, Honduras sigue siendo un campo de batalla clave en la guerra contra el narcotráfico, con avances significativos, pero también con desafíos estructurales.

Esos desafíos amenazan con mantenerla atrapada en el rol de un punto estratégico para el comercio ilícito de drogas.

 

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