El hospital que trató a Kate Middleton investiga a tres empleados que intentaron acceder a su historial médico

El hospital que trató a Kate Middleton investiga a tres empleados que intentaron acceder a su historial médico

Era demasiado tentador como para que alguien no lo intentara. Al menos tres miembros del personal de la London Clinic, el centro hospitalario donde Catalina de Gales (Kate Middleton) fue sometida en enero a una cirugía abdominal, intentaron acceder al historial médico de la princesa, según ha contado en exclusiva el tabloide británico Daily Mirror. “Se trata de un fallo grave de seguridad que resulta increíblemente dañino para el hospital, dada su impecable reputación a la hora de tratar a los miembros de la familia real”, ha asegurado al periódico una fuente interna de la institución. Los tres investigados habrían sido suspendidos, según el diario.

La London Clinic ha abierto una investigación interna, pero no ha querido dar detalles del incidente. Se ha limitado a asegurar al Mirror que “cree firmemente en que todos sus pacientes, sea cual sea su condición social, merecen privacidad total y confidencialidad en lo que se refiere a su información médica”. El palacio de Kensington —residencia de Guillermo y Kate Middleton, y como se denomina a todo el aparato administrativo y de comunicación de los príncipes de Gales— ha remitido el asunto a la gestión interna del centro hospitalario.

La clínica, donde también está siendo tratado el rey Carlos III del cáncer que padece, ha sido el establecimiento elegido durante décadas por miembros de la casa real y de la clase política británica, por su discreción y privacidad. Isabel II y su esposo Felipe de Edimburgo, junto a primeros ministros como Anthony Eden o Clement Attlee, han formado parte de su lista de pacientes.

No es la primera vez que Kate Middleton sufre una intromisión en sus asuntos de salud. En 2012, cuando la princesa de Gales tuvo que ser ingresada en el hospital Eduardo VII de Londres aquejada de un grave episodio de náuseas matutinas durante un embarazo, una broma pesada por parte de una emisora de radio australiana tuvo consecuencias muy dolorosas. Una enfermera a la que engañaron dos personas de la emisora, haciéndose pasar por el padre y la abuela de Guillermo de Inglaterra, acabó revelando el parte médico de Middleton. El escándalo se convirtió en una noticia de alcance mundial, y la enfermera, casada y con dos hijos, se acabó suicidando.

El equipo de comunicación de los príncipes de Gales explora, según avanza el diario The Times, la posibilidad de que Middleton pudiera hacer su primera aparición pública oficial el próximo 31 de marzo, Domingo de Pascua. El vídeo divulgado este lunes por el tabloide The Sun, que muestra a los príncipes de Gales en una tienda-granja de la localidad de Windsor, ha provocado un cierto efecto calmante en la prensa británica, que con carácter general ha dictaminado que la imagen es suficiente para acallar rumores y especulaciones sobre el estado de salud o el paradero de Middleton.

No ocurre lo mismo en gran parte de la prensa internacional y, sobre todo, en las redes sociales, donde de inmediato han sido muchos los que han puesto en duda la autenticidad de la secuencia grabada por un ciudadano con su teléfono móvil y desde su vehículo, aparcado en el exterior del centro comercial que supuestamente visitaron el sábado Guillermo y Kate.

La aparición pública del Domingo de Pascua, si finalmente se produce, sería un nuevo intento de templar una crisis de credibilidad gestionada de modo nefasto por los responsables de comunicación del palacio de Kensington, y no alteraría los planes originales de que Middleton se reincorpore plenamente a su actividad pública después de las vacaciones escolares, a partir del próximo 17 de abril.

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