By TAMAL. Hombre, parece que al final los tales cambios serán más hojas que tamal y una inocentada, por el Día de los Santos Inocentes, y todo pasará sin que pase nada. Jo…jo…jo…jo…
CANTALETA. La cosa es que ya volvieron a salir con la cantaleta de las “evaluaciones”, como a mediados de año, cuando hicieron una gran alharaca con la reestructuración del gabinete refundidor y neles pasteles.
RONQUE. Un presidente o presidenta
-aquí y en la China- tiene la plena facultad de hacer cambios cuando lo estime necesario -por no decir cada vez que le ronque la santa gana- y no tiene porqué inventarse excusas como las tales evaluaciones de Torquemada.
MAMI. Lo otro es que varios de los que corrieron a presentar su renuncia de fin de año, lo hicieron de compadre hablado, porque ya días que los hijos le pidieron a mami que cuidadito se las acepta.
ESPOSAS. Hasta esposas de algunos ministros no han parado de llamar a medio mundo, para que no le canten las golondrinas a su amado, porque allí andan las doñitas, de “viejitas fufurufas”, sacando pecho como la “esposa del señor ministro”.
OSADÍA. Ajá, pero hay una que se llevó la cerca, como en el béisbol, porque tuvo la osadía de llamar al que supuestamente va a reemplazar a su esposo para rogarle que, por favorcito, no acepte el cargo. Jo…jo…jo…jo…jo…CLARA. Bueno, Xiomara fue clara en su tuit de hace un mes, que todos los ministros y ministras candidatas, tienen hasta el 1 de enero para renunciar.
APUESTAS. Lo anterior significa que la Rixi tiene las horas contadas, aunque, quién sabe, papa…A ver quién manda, si Xiomara o Mel. O si Xiomara o la Rixi. Se cazan apuestas.
VILLANO. El Redondo, el más despreciable de todos, aparece en primerísimo lugar como el villano de 2023, junto al inepto ministro de Seguridad que, en vez de hacer su trabajo, allí anda cortando pelo y reventando piñatas, como si ese fuera trabajo de la Policía.
DIEZ. A propósito de inseguridad, cinco jovencitos están desaparecidos en Intibucá desde hace 10 días, y Gustavo Sánchez ni en broma habla del tema. Como son cipotes y cipotas pobres, y sin apellidos conocidos, a quién le importa.
CAMBIOS. Y la pregunta del millón con ese cambio en las FF AA es si alguien va a velar por un trato digno y respetuoso a las categorías de tropa y auxiliares dentro de la institución militar.
