By Por: Marcela Caro
Las contundentes declaraciones de la Fiscal General Pam Bondi confirman lo que ya era evidente: el régimen de Mel Zelaya, manejado desde la figura de Presidente Xiomara Castro, es un engranaje funcional al narcoterrorismo regional encabezado por Nicolás Maduro.
Documentos del Departamento de Justicia de EE.UU. revelan cómo el Cártel de los Soles, liderado por Maduro, utilizó infraestructura militar, judicial y de inteligencia para traficar toneladas de cocaína hacia EE.UU., usando a Honduras como puente clave.
La ley estadounidense contempla duras sanciones bajo:
Ley Kingpin: sanciones y bloqueo a narcos extranjeros.
Ley Patriota: si hay colaboración con el terrorismo narco.
FCPA / OFAC: si hay lavado de dinero o violación financiera.
Al comprobar que funcionarios del clan Zelaya-Castro colaboran con el narco o se benefician del “puente aéreo”, se exponen a bloqueo de activos, congelamiento de cuentas, restricciones migratorias y comerciales.
EE.UU. no dudará en actuar.
El mundo observa a Honduras, no por su ideología, sino por su complicidad criminal.
Este gobierno fallido, corrupto y narco-comunista no solo destruye la democracia. También engrasa el narcotráfico regional.
