Washington, D.C. – El senador demócrata Peter Welch (Vermont) ha elevado la atención del Congreso de Estados Unidos sobre las próximas elecciones generales de Honduras del 30 de noviembre, exigiendo que sean “libres, justas y transparentes” a la luz del historial de fraude electoral del país.
En una declaración oficial publicada en el Registro del Congreso, Welch destacó el interés de Washington en que el pueblo hondureño ejerza su voto sin injerencias, aunque aclaró que “No le corresponde a Estados Unidos elegir ganadores y perdedores”. El legislador espera que los comicios conduzcan a un gobierno comprometido con el Estado de derecho y el fortalecimiento democrático.
El senador citó específicamente los comicios de 2013 y 2017, realizados bajo el gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández (actualmente encarcelado en EE. UU. por narcotráfico), para subrayar la necesidad de la máxima integridad en el proceso.
Avances y Estancamiento:
Welch identificó un avance positivo en la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de implementar un nuevo sistema de transmisión de resultados más seguro. Esta medida llega tras informes de presiones políticas que habrían buscado la renuncia de la consejera Ana Paola Hall. “Esta es una noticia positiva que debería reforzar la confianza pública en el compromiso del CNE con la integridad de las elecciones”, señaló.
No obstante, el senador fue crítico con el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, al lamentar el estancamiento en el establecimiento de una comisión internacional contra la corrupción e impunidad (CICIES), una promesa central de su campaña. Welch reconoció el bloqueo legislativo del Partido Nacional, pero también apuntó a la falta de un mayor “esfuerzo del Ejecutivo para movilizar el apoyo público necesario”.
Finalmente, el legislador denunció la impunidad que rodea los asesinatos de defensores ambientales y sociales, como los casos de Juan López y la líder indígena Berta Cáceres, criticando la incapacidad del sistema judicial hondureño para llevar a los responsables ante la justicia. Con este pronunciamiento, el Congreso estadounidense reafirma su vigilancia sobre la evolución democrática y los derechos humanos en el país centroamericano.
