Por: Nery Alexis Gaitán
No es la candidata más votada en las elecciones primarias del pasado 9 de marzo, pero sí la más impopular. El rechazo dentro de su Partido fue evidente cuando prominentes diputados oficialistas denunciaron las ilegales prácticas realizadas por el M-28 en las elecciones internas. Lo cierto es que el rechazo popular, de que es objeto, es consecuencia de la pésima administración que ha efectuado el gobierno del socialismo democrático.
El peso de la culpa de su desafortunada elección para ser candidata presidencial recae en el dueño del Partido, Mel Zelaya, quien ha visto la mejor opción para poner al frente del gobierno a una persona muy cercana y completamente incondicional para seguir gobernando el país a sus anchas, tal como lo está haciendo en la actualidad. Quizás no contó que tendría un gran rechazo popular al imponer esta candidata, que cada día va de mal en peor, y por lo tanto contempla sustituirla. Ramona, en sus desafortunadas declaraciones sobre su admiración por el tirano y asesino Fidel Castro, y poner de ejemplo el modelo económico cubano para imponer en Honduras, le ha valido el repudio del pueblo hondureño que ama la democracia y no desea vivir en una dictadura de izquierda. Además del rosario de desaciertos que son su carta de presentación, desde el dinero que dejó abandonado en un hotel de Choluteca, su desafortunada gestión en la ENEE y en el Ministerio de Finanzas, hasta la posición reñida con la ética al ser Ministro de Defensa y candidata presidencial al mismo tiempo. Es obvio que Rixi Ramona Moncada, a estas alturas, es la opción del fracaso de Libre en las próximas elecciones generales.
El portal, Punto de Encuentro, reproduce un análisis técnico sobre esta candidata, donde se demuestra que no fue la más votada: “LA MÁS INFLADA: Análisis Técnico de Irregularidades Electorales en los Votos de Ramona en los Comicios del 9 de marzo de 2025: Justificación para un ajuste de 214, 800 votos”.
“El proceso electoral del 9 de marzo de 2025, administrado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), presentó irregularidades sistemáticas en los votos asignados a la candidata Ramona, cuyo total oficial ascendía a 674,199. Un análisis técnico basado en evidencias cuantitativas y auditorías forenses estima que, tras descontar 214,880 votos inflados, el resultado real se sitúa en 459,319 votos. Este ajuste se fundamenta en tres ejes críticos: Inconsistencias de Datos Biométricos. El sistema biométrico, implementado para autenticar a los votantes de Ramona y evitar suplantaciones, registró anomalías estadísticas. Los registros oficiales indican que el número de votantes autenticados fue un 12% inferior al total de votos reportados en su favor, lo que supone una diferencia aproximada de 80,000 votos. Mediante un modelo de regresión lineal entre la asistencia histórica por centro de votación y los datos biométricos válidos, se identificó un excedente del 11.8% (79,600 votos) atribuible a manipulación”.
“Urnas fantasmas y sobrellenado. Un análisis geoespacial de los centros de votación destinados a Ramona reveló 127 mesas sin correlato físico en los registros oficiales, denominadas “urnas fantasma”. Estas mesas presentaron un promedio de 670 votos cada una, muy por encima del promedio nacional de 420, totalizando 85,090 votos irregulares. Además, en el 45% de las mesas ubicadas en zonas de alta densidad opositora, se detectó un sobrellenado del 30% sobre la capacidad máxima, lo que añadió 62,190 votos fraudulentos a su favor. Fraude en digitalización de Actas. La comparación entre actas físicas y registros digitales en los centros asignados a Ramona evidenció alteraciones en el 18% de las mesas auditadas. Un muestreo aleatorio estratificado (n = 1,200 actas) reveló una desviación del 7.4% entre los votos físicos y digitales, lo que se traduce en aproximadamente 73,090 votos inflados durante el proceso de digitalización”.
“Conclusión. La suma de votos inflados (79,600 + 85,090 + 73,090 ≈ 237,780) excede el margen para un ajuste, pero al aplicar un factor de corrección conservador que evita solapamientos, se justifica un ajuste definitivo de 214,880 votos en los resultados de Ramona. Esto reduce su cifra oficial de 674,199 a 459,319 votos, alineándose con los datos biométricos válidos, la capacidad real de las mesas y los registros originales, y devolviendo credibilidad al proceso electoral”.
¡Libre nunca más!