¿Qué pretenden realmente los activistas en puestos de Gobierno?

¿Qué pretenden realmente los activistas en puestos de Gobierno?

Alguien me decía en estos días que esta semana es la más importante de este año, a nivel nacional. Lógicamente el dije que la más importante era la Semana Santa. Me quedó viendo un poco incrédulo y me dijo: “padre, esta semana nos pueden robar el país”. De corazón les digo que nunca había visto tanto dolor en esos ojos. Estaba realmente asustado y preocupado. No es, este hermano, un militante de ningún partido político, pero si es alguien que estoy segurísimo, ama su patria, tanto como la amo yo. Mientras escribo estas líneas estoy dándole seguimiento a algunas de las comunicaciones que vienen de lo que está ejecutando la fiscalía general de la república.

Sí, adrede dejé en minúscula un nombre de una institución porque realmente es alarmante lo que estamos viendo. El proceso de las elecciones internas tiene un calendario propio, con plazos y límites. Esos no se han vencido y actuar sin que el organismo particular encargado termine de realizar su misión, es a todas luces un acto de abuso de la autoridad de la que, en particular, se está investido. Que si hay delitos en este proceso se deben perseguir y castigar: ¡claro que sí! Está por demás decirlo, pero no se debe seguir bailando al ritmo de los que quieren manipularlo todo para crear un caos mayor.

El proceso no ha terminado y debe ser respetado. Meter las manos antes de tiempo es provocar una inestabilidad que no nos merecemos y que sólo está en la cabeza enferma de aquellos que ven el poder como una finca particular. ¿Cuándo vamos a ser capaces de actuar de manera madura y genuinamente interesada en el bien de todos? No podemos seguir permitiendo que nos roben la tranquilidad solo por seguirle el capricho a unos pocos. Mientras los que están al frente de las instituciones sigan actuando como activistas políticos, que, sin ningún tipo de ética, defienden a rajatabla los intereses de los que los tienen embobados, no vamos a poder despejar hacia un camino real de desarrollo.

Viendo algunas de las pocas, sí, muy pocas reacciones de la comunidad internacional frente a lo que nos está pasando porque la mayoría está pendiente de las acciones del presidente Trump, lo único que podemos inferir es que las inversiones no vendrán al país como realmente las necesitamos. Retomo, lo dicho por los señores obispos hace un par de semanas, y que debe seguir siendo referente para todos los que queremos un país distinto: “Si esos hechos han supuesto una injusta ofensa a la democracia, esperamos que la explicación de éstos no suponga una ofensa –más grave aún– a la inteligencia del pueblo hondureño. Un pueblo que cree en la democracia, no como instrumento al servicio de unos pocos, sino como expresión de la voluntad de amplias mayorías”.

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