En su mensaje, Asfura evocó el significado de la Navidad y el nacimiento de Jesús como “el Príncipe de la Paz”, subrayando que su llegada recuerda que el amor es más poderoso que cualquier división.
“Que esta Navidad nos encuentre más humanos y más hermanos. Es tiempo de reconciliación, de unidad y de paz. Debemos reconocernos como lo que somos: una sola familia hondureña”, expresó el mandatario electo.
Asfura aseguró que asume el mandato ciudadano con profunda gratitud y con la determinación de trabajar sin descanso por el país. “Hoy, con el honor de poder servirles, les extiendo mi mano para caminar juntos”, afirmó.
El presidente electo reiteró su compromiso de gobernar para todos los hondureños y aseguró que no fallará a la confianza depositada en las urnas. “Confirmo mi determinación de trabajar sin descanso por Honduras. No les voy a fallar”, manifestó.
El mensaje concluyó con una bendición, un llamado a la esperanza y la frase del poeta hondureño Froylán Turcios: “Dios los bendiga y que Dios bendiga la pródiga tierra en la que nací”.
El pronunciamiento se suma al que ya había brindado, tras la oficialización de su triunfo y ocurre en medio de un amplio reconocimiento nacional e internacional, mientras el país inicia el proceso de transición hacia un nuevo gobierno.
Los breves mensajes pero directos y sin apariciones públicas, el presidente electo de Honduras, Nasry Juan Asfura Zablah, marcó este miércoles 24 de diciembre el inicio formal de su victoria tras la declaratoria oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE) que lo acredita como ganador de los comicios generales y futuro mandatario para el período 2026-2030.
A través de su cuenta en la red social X, Asfura publicó su primer pronunciamiento oficial luego de semanas de expectativa política y 24 días de escrutinio electoral.
“Ya tenemos la declaratoria oficial del CNE Honduras. Reconozco la gran labor realizada por las consejeras y todo el equipo que llevó a cabo el desarrollo de las elecciones”, escribió el mandatario electo, destacando el trabajo del órgano electoral y del personal que participó en el proceso.
En un mensaje dirigido directamente a la ciudadanía, Asfura fue enfático en su compromiso con el país:
“Honduras: estoy preparado para gobernar. No te voy a fallar”, expresó, cerrando su publicación con una invocación habitual en la política nacional: “¡Dios bendiga Honduras!”.
El presidente electo no habló ni apareció en público, limitándose a este escueto pero simbólico mensaje digital que confirmó su postura tras la oficialización de los resultados.
Designados del Partido Nacional salen al frente
Quien sí compareció públicamente fue la designada presidencial electa del Partido Nacional, María Antonieta Mejía, acompañada por los también designados Diana Herrera y Carlos Flores.

“A la comunidad nacional e internacional, siendo las 3:31 de la tarde, hemos escuchado del ente electoral que Honduras tiene nuevo presidente y se llama Nasry Juan Asfura”, declaró Mejía, quien aseguró que el nuevo mandatario “gobernará con el pueblo y no dejará de ser presidente”.
Elección histórica y reacción de la oposición
El CNE emitió finalmente la declaratoria oficial que marca un hito en la historia democrática del país, al confirmar a Asfura como presidente electo tras la elección más disputada de la historia reciente de Honduras.
Sin embargo, la proclamación no cerró el capítulo electoral. El candidato liberal Salvador Nasralla anunció que no acepta los resultados y que continuará exigiendo un “voto por voto” por la vía legal, aunque llamó a sus seguidores a no protestar en las calles.
Nasralla reiteró que no promoverá la violencia ni la confrontación, pero insistió en que más de dos millones de hondureños le dieron su respaldo y denunció presuntas irregularidades, lamentando que sus reclamos hayan sido desestimados.
Xiomara Castro garantiza transición
La presidenta Xiomara Castro garantizó una transición ordenada con el nuevo gobierno electo, al tiempo que hizo un balance de su administración y lanzó críticas finales a la llamada “narco dictadura”.
“He cumplido con mi deber y mi compromiso… Les deseo una Feliz Navidad colmada de bendiciones, amor cristiano y esperanza”, expresó la mandataria saliente.

Reconocimiento nacional e internacional inmediato
El reconocimiento a la victoria de Asfura fue inmediato y amplio. Desde Estados Unidos, el secretario de Estado Marco Rubio felicitó al presidente electo pocos minutos después de confirmarse su triunfo.

También lo hicieron el presidente ejecutivo de la CAF, Sergio Díaz-Granados; los presidentes Rodrigo Chaves (Costa Rica), Javier Milei (Argentina), Santiago Peña (Paraguay); la Unión Europea, la OEA, el Departamento de Estado de EE. UU., así como los gobiernos de Argentina, Bolivia, Ecuador, Panamá, Perú y República Dominicana, entre otros.
A nivel nacional, el Cohep, la CHICO, la CCIT y la CCIC coincidieron en llamar a la estabilidad, la responsabilidad y el trabajo conjunto, reiterando su disposición de colaborar con el nuevo gobierno.
El CNE: “Honduras cumplió”
Las felicitaciones también fueron dirigidas al CNE, particularmente a su presidenta Ana Paola Hall y a la consejera Cossette López, junto al consejero suplente Carlos Cardona.
“Nadie en el CNE elige al Presidente o Presidenta de la República; es el pueblo quien decide y el CNE se limita a certificarlo”, afirmó Hall, quien reconoció que la declaratoria estuvo a punto de convertirse en “rehén político”.“¡Honduras: cumplimos!”, sentenció.
Con la declaratoria oficial, Honduras entra ahora en una nueva etapa política marcada por retos, expectativas y una transición que ya comenzó bajo la mirada atenta del país y de la comunidad internacional.
Expectativa
En síntesis, el triunfo del presidente electo Nasry Asfura, no solo marca un relevo en el poder, sino que abre una etapa cargada de incertidumbre, expectativas y alta exigencia ciudadana.
Su liderazgo será puesto a prueba desde el primer día en un contexto de desconfianza institucional, polarización social y fragilidad democrática, donde ya no bastarán los discursos ni las promesas de campaña., advierten los expertos.
La gobernabilidad dependerá de su capacidad para construir consensos, demostrar con hechos un rompimiento real con las prácticas del pasado y responder a una población cansada de la corrupción, la confrontación permanente y la falta de resultados. El reto, más que ganar una elección, será sostener la legitimidad y convertirla en estabilidad y esperanza para Honduras.
