By Un hondureño, que prefirió mantenerse en anonimato, relató a tunota.com cómo vivió el robo de su teléfono durante la cobertura de un partido de Motagua y la inesperada odisea que enfrentó para recuperarlo días después.
El joven recuerda que aquella noche se encontraba grabando a los aficionados del Motagua cuando un grupo de personas se le acercó entre empujones. En medio del tumulto, perdió de vista su iPhone 16 Pro Max, que llevaba guardado en el bolsillo interno de su chaqueta.
“Cuando terminé de grabar y fui a guardar las cosas, ya no lo encontré. Llamé varias veces y estaba apagado. Sentí ese vacío que solo entendés cuando te roban algo importante”, contó.
El misterioso “buen samaritano”
Horas más tarde, mientras regresaba del trabajo, el joven marcó de nuevo su número. Esta vez alguien contestó.
“Un hombre me dijo que había encontrado el teléfono tirado y que me lo quería devolver. Me pidió que lo llamara al día siguiente para coordinar la entrega”, relató.
La historia comenzó a tornarse extraña cuando el supuesto hallador empezó a cambiar su versión. Primero dijo que vivía en San Pedro Sula, luego en Comayagua y más tarde aseguró que un amigo había sido quien halló el dispositivo.
“Cada vez que hablábamos me pedía dinero. Primero 500 lempiras, luego 1,500. Ya ni sabía qué creer”, agregó.
Giro inesperado en el caso
Días después, una amiga reconoció el teléfono. “Mi amiga me escribió y me dijo: ‘¿Tu iPhone tenía el fondo de Messi? Porque alguien lo anda mostrando en la empresa donde trabaja mi cuñado’”, narró.
El supuesto ladrón resultó ser repartidor de una compañía local y vecino de la colonia El Pedregal. El hombre, según los testimonios, presumía el teléfono frente a sus compañeros y hasta intentó venderlo.
“Cuando se enteró que ya sabíamos quién era, quiso negociar. Dijo que me lo entregaba si le daba dinero. Coordinamos vernos frente al canal donde trabajo, pero al verlo nervioso preferí quedarme cerca de los guardias. Cuando notó que no caía, arrancó el carro y se fue”, recordó.
¿El joven pudo recuperar su celular?
Poco después, el ladrón perdió un bono en su trabajo. Su jefe descubrió que usaba el vehículo de la empresa para el intento de “negocio” y lo sancionó. Días más tarde, su amiga logró recuperar el celular y devolvérselo.
El regaño que nadie vio venir
La familia del ladrón también se enteró de lo sucedido. Su madre, que trabaja en una empresa en la misma, no tardó en enfrentarlo.
“Le cayó una buena regañada”, contó entre risas. “La mamá le dijo que qué barbaridad, que cómo era posible que anduviera en esas cosas, que ella no lo había criado así y no le había enseñado eso”, agregó.
La mujer se mostró avergonzada al saber que su hijo había robado el celular y que, además, había intentado extorsionarlo pidiendo dinero para devolverlo.
“El teléfono estaba bloqueado para siempre, pero al menos lo recuperé. Gracias a Dios tenía todo en la nube. Al final, aprendí a desconfiar incluso en medio de la emoción del trabajo”, reflexionó.
