La Selección Nacional de Honduras enfrenta este martes uno de los partidos más determinantes de su historia reciente, con el Mundial United 2026 a un paso, la Bicolor buscará sellar su boleto cuando visite a Costa Rica en el Estadio Nacional de San José, a las 7:00 de la noche, en el cierre del grupo C de la eliminatoria de Concacaf.
El panorama sigue abierto tras una jornada que dejó golpes inesperados. Honduras cayó 2-0 ante Nicaragua en Managua, mientras que Costa Rica sufrió una dolorosa derrota 1-0 frente a Haití. Ambos resultados apretaron la tabla y colocaron a tres selecciones peleando por dos cupos directos.
Honduras llega con 8 puntos, los mismos que Haití, pero con mejor diferencia de goles. Costa Rica, con 6 unidades, se aferra a la matemática y a lo que en la prensa tica ya llaman “el milagro”: vencer a la H en casa y esperar que la eliminada Nicaragua logre sumar en su visita a Haití.
Bajas sensibles para la Selección de Honduras
Con el escenario tan ajustado, el equipo de Reinaldo Rueda está obligado a salir por los tres puntos desde los primeros minutos. Para ello contará con futbolistas claves como Jorge Benguché, Romell Quioto, Luis Palma y el trabajo en mitad de campo de Kervin Arriaga y Deiby Flores.
Costa Rica, por su parte, llega golpeada en confianza y con ausencias sensibles. El goleador Alonso Martínez y el extremo Carlos Mora quedaron fuera por lesión, obligando al técnico Miguel “Piojo” Herrera a modificar su ataque.
El peso ofensivo recaerá en el delantero del Spartak de Moscú, Manfred Ugalde, mientras que la defensa será comandada por Kendall Waston y el histórico arquero Keylor Navas.
El ambiente previo ha estado cargado de ansiedad. Un empate dejaría a las dos selecciones centroamericanas con un pie fuera del Mundial, mientras Haití espera desde Curazao aprovechar cualquier tropiezo.
Honduras busca volver al máximo escenario del fútbol después de estar ausente en las últimas dos ediciones, mientras que Costa Rica intenta mantenerse entre los mundialistas por cuarta vez consecutiva.
El partido promete intensidad, nervio y un cierre dramático, propio de una eliminatoria que se ha definido tanto por fútbol como por resistencia mental. La H sabe que su futuro depende de un resultado: ganar o arriesgarlo todo.
