El general Héctor Valerio asume este día como nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, en un relevo que redefine la cúpula militar del país en medio de un escenario político y electoral marcado por fuertes tensiones y cuestionamientos al rol de la institución castrense.
Con este nombramiento, el general Roosevelt Hernández deja la jefatura del Estado Mayor Conjunto y pasa a ocupar el cargo de ministro de Defensa. La designación ha generado críticas y preocupaciones en distintos sectores políticos y de la sociedad civil, debido a los señalamientos sobre su abierta cercanía e inclinación política hacia el partido Libertad y Refundación (Libre), actualmente en el poder.
Durante las últimas semanas, Hernández ha sido objeto de cuestionamientos por declaraciones y actuaciones públicas que, según analistas y actores políticos, comprometen el principio constitucional de neutralidad política que deben observar las Fuerzas Armadas. Estos señalamientos han alimentado el debate sobre la conveniencia de su traslado a una cartera eminentemente política como la Secretaría de Defensa, en un contexto donde se exige separación clara entre la función militar y los intereses partidarios.
El general Héctor Valerio asume el mando militar con el reto de restablecer la confianza ciudadana en las Fuerzas Armadas, garantizar su apego irrestricto a la Constitución y asegurar que la institución se mantenga al margen de cualquier influencia política. Su gestión será clave para reafirmar el carácter profesional y no deliberante de la institución armada, especialmente en un momento de alta sensibilidad democrática.
Por su parte, el nombramiento de Hernández como ministro de Defensa refuerza la percepción de una mayor politización del sector defensa, según advierten sectores opositores. Estos actores señalan que su afinidad con Libre podría traducirse en decisiones alineadas con intereses partidarios, lo que ha despertado llamados a una estricta vigilancia ciudadana y legislativa sobre su gestión.
El relevo en la cúpula militar se produce en un momento decisivo para el país, donde la estabilidad institucional, el respeto al orden constitucional y la credibilidad de las Fuerzas Armadas continúan siendo temas centrales en la agenda nacional. La atención ahora se centra en las primeras decisiones del nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto y en la conducción política que ejercerá la Secretaría de Defensa bajo la nueva administración.
