Por: Blanca Moreno
El Presidente desconoció las elecciones y se proclamó dictador desatando una guerra civil entre liberales y nacionalistas. USA bombardeó Tegucigalpa y nombró un mandatario provisional para instalar una Asamblea Nacional Constituyente.
Sucedió en Honduras hace ciento y un año (101). Les cuento la “salvajada” de 1924:
Rafael (Pachán) ) López Gutierrez, presidente liberal se negó a entregar el poder al nacionalista Tiburcio Carias Andino, ganador de las elecciones. Los telegrafistas manejaban los resultados. Màs barato que el CNE.
La guerra civil pudo hacer fracasar el florecimiento de las bananeras, entonces el presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, puso “orden” en la “banana república”.
En Amapala, oportunamente murió Lopez Gutierrez (69) de un supuesto coma diabético. Muerto el perro se acabó la rabia, decía mi abuelita.
Y mientras la primera dama, doña Ana Lagos de López enterraba a su marido; a bordo del buque “USS Milwaukee” se negoció el restablecimiento de la paz.
Se nombró como provisional al general Vicente Tosta, quien preparó la Asamblea Nacional Constituyente para elegir un nuevo gobernante. Fue publicado en La Gaceta.
2025
Honduras demostró que quiere paz, trabajo y libertad. Fue evidente el rechazo al partido que gobierna con corrupción, tráfico de drogas, desinformación e ignorancia.
Fuimos a votar y tenemos un sabor agridulce. A una semana de las elecciones, NO hay resultados concluyentes. Ni actualizaciones, porque la empresa contratada para la transmisión de datos, colapsó.
Entonces, el constructor de caos, usa sus medios y comunicadores, para juntar el hambre con las ganas de comer. Quiere seguir extorsionando desde el Congreso Nacional y la alcaldía capitalina. Los amigos de JOH en USA: encarcelar al candidato liberal por drogas.
¿Cómo es posible que dos ex, tengan el país “patas arriba”? El de la Honduras de allá y el de aquí. ¡Inaudito!
Las narco novelas advierten que quien no conoce su historia, la repite.
Los partidos tradicionales y sus líderes deben dialogar. Es un imperativo categórico para evitar esa guerra de “tapazos” y que no fracase el proceso electoral.
¡Dios mío líbranos de Mel!
¡Amén!
(*) Ya visto, ya vivido. Francés.
