Por: Irving Guerrero
Según el libro Stolen Elections; The takedown of Democracies Worldwide, escrito por Ralph Pezzullo, la empresa Smartmatic, es parte de un esquema dirigido por Jorge Rodriguez y Diosdado Cabello para robarse las elecciones en Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Mexico e incluso en los Estados Unidos.
Dos investigadores, Martin Rodil y Gary Bernsten, realizaron la investigación descrita en este libro. La misma no tuvo el apoyo de ninguna agencia gubernamental de los Estados Unidos. Durante sus pesquisas por lavado de activos al Cartel de los Soles, sale a relucir el tema de sistemas electronicos para manejar procesos electorales. Asi se empieza comprender como la izquierda internacional, apoyada o por el gobierno de Venezuela, ha logrado el poder sin necesidad de revoluciones ni golpes de estado en una conspiración criminal que data del 2003.
Esto empieza cuando el Frente Francisco de Mirada, que era una organización creada por los cubanos, pasa a entrenar jovenes en ideología socialista para apoyar a Hugo Chavez y reclutan estudiantes venezolanos para entrenarlos en informática en Cuba y China. Muchos de estos acaban por trabajar en Smartmatic y el Consejo National Electoral de Venezuela (CNE).
El propósito de esta coneccion al servidor ROKENOS era dar datos en tiempo real de los resultados de las votaciones que se hacían por medio de aparatos electrónicos conectados por internet. Por lo que el partido oficial tenia en tiempo real datos de donde iban perdiendo las elecciones y donde podían mover gente hacia centros de votación donde se podían sumar votos. De esa manera, la maquinaria politica podia mobilizar personas a los lugares donde se podían sumar votos. Esta maquinaria acudía a los miembros de asociaciones como sindicatos o empleados públicos para que fueran a votar; de lo contrario pagarían las consecuencias. Con este sistema no se robaron las elecciones; pero si se robaron la voluntad de los electores, pues si no votaban perderían sus trabajos.
La empresa nace en 1997 en Venezuela, bajo el nombre de Software Softer. Por Antonio Mugica Antonio, Alfredo Jose Anzola y Roger Piñaté. En el 2000 los mismo fundaron Smartmatic incorporada en Delaware (Estados Unidos)
Según el libro, detrás de la fundación de esta empresa estan Jorge Rodriguez, Diosdado Cabello (ambos ofíciales del régimen Chavez-Maduro, siendo Diosdado Cabello líder del Cartel de los Soles), Frank Holder (doble agente que opero para la CIA y la inteligencia cubana y amigo personal de Vladimir Putin), Mahed Khalil (considerado por la DEA como un narco traficante de gran escala) y Mark Malloch Brown (quien paso a presidir la Open Society de George Soros). Los verdaderos dueños se escondían detrás de una red de empresas registradas en Barbados y Holanda; pais que no obliga a hacer publico el nombre de los propietarios de las empresas constituidas.
En junio de 2003, previo al referendum revocatorio de agosto del 2004 en Venezuela, Jorge Rodriguez, cabeza del CNE y Mark Malloch-Brown se acercaron a Antonio Mugica, Alberto Anzola y Roger Piñaté— y les pidieron elaborar un programa para manejar un proceso de elecciones a nivel nacional.
Para elaborar el programa los tres dueños recibieron USD $1 millon cada uno. Además, la Sociedad de Capital de Riesgo (SCR) que es un fondo de crédito industrial (FONCREI) del gobierno de Venezuela invirtió $200,000 en una empresa llamada BITZA fundada por los mismos tres ingenieros registrada en Delaware.
BITZA es la empresa que escribió el código fuente que se accede desde una “puerta trasera” que permite alterar los votos después que se registran en el sitio y antes que lleguen a centro de tabulación. Con el aporte de los $200.000 y el nombramiento de un Chavista en su cabeza, el gobierno de Venezuela se convierte en el mayor accionista en control de BITZA.
Malloch-Brown como funcionario de las Naciones Unidas ofreció su asistencia al gobierno de Hugo Chávez para dialogar con la oposición que organizaba un referendum revocatorio. Los observadores de las Naciones Unidas dirigidos por Malloch fueron seleccionados por el CNE de Venezuela que lo dirigía Jorge Rodriguez.
Los resultados positivos de esta elección ganaron el favor del gobierno de Hugo Chavez, que invirtió $100 millones para adquirir la empresa Sequoia en marzo del 2005 para manejar elecciones en otros paises.
Lo que se construyó fue un sistema para secuestrar la democracia a favor de candidatos de la izquierda. Nadie, ni el Centro Carter ni observadores internacionales pudieron ver ni creer lo que se había construido. Este sistema garantizaba a los paises que se alineaban ideológicamente con Cuba y Venezuela que podían tener elecciones libres y ganarlas. Así fue que se instalo Néstor Kirchner en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales, en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua.
La primera elección intervenida en los Estados Unidos manejada por Smartmatic fue en el 2008 donde Barack Obama se perfilaba contra Hillary Clinton. Los resultados favorecieron a Obama, pues usando la tecnología de Smartmatic se administraron los votos del condado de Cook que lograron el balance para el triunfo con 104 delegados para Obama versus 49 de Clinton.
También resulta interesante el caso de Heider Garcia, quien fue presidente de Smartmatic en las Filipinas. En febrero del 2018 fue nombrado administrador de las elecciones en el condado de Tarantino, Texas. Un condado tradicionalmente republicano que en las elecciones del 2020 Joe Biden gana con 49.3% de los votos versus 49.1 % para Trump. Es decir que unos de los ingenieros en informática que desarrollo el programa para que Hugo Chavez ganara las elecciones en el 2004 fue nombrado administrador de elecciones en Texas. ?no es eso un problema?
Alfredo Jose Anzola murió en un accidente aéreo en abril del 2008, luego que su avioneta se estrellara después de despegar del aeropuerto internacional Simon Bolivar. Se cree que su muerte fue un accidente ocasionado por haber sido amante de Delcy Rodriguez y la esposa de Diosdado Cabello a la vez. Mientras que Roger Piñaté fue condenado en agosto del 2024, bajo el cargo de corrupcion electoral en las Filipinas.
Expertos en informática han reconocido que no hay forma de saber lo que pasa dentro del programa sin tener acceso al código fuente; por lo que proponen que la única forma de evitar un fraude en elecciones es con sistemas completamente manuales. Los que controlan Smartmatic se han escondido entre la compra y venta de empresas como Dominion y Sequoia y estableciéndose en paraísos fiscales; el autor sostiene que el código fuente siempre ha estado bajo el control del gobierno de Venezuela.
Después de leer este libro, no me queda la menor duda que la presencia de Smartmatic es un riesgo para cualquier proceso electoral. Smartmatic se ha especializado en garantizar el gane de elecciones en paises y ciudades para candidatos de izquierda, por márgenes pequeños pero técnicamente defendibles.
El autor detalla también como paises como Cuba, China, Iran, Serbia y Rusia son parte de este entramado. Lo que ayuda a ver con mas claridad el actual panorama geopolítico que vivimos.
Como decía Joseph Stalin “no es la gente que vota la que cuenta, es la gente que cuenta los votos la que cuenta.”