Cada vez más hombres hondureños, especialmente entre los 18 y 30 años, están recurriendo al uso de medicamentos como el Viagra, no por condiciones médicas diagnosticadas, sino por efectos negativos del consumo excesivo de alcohol y la presión de desempeño sexual.
Según médicos urólogos y sexólogos consultados, esta tendencia responde a un patrón preocupante: el consumo frecuente de bebidas alcohólicas reduce el rendimiento sexual, generando inseguridad entre los jóvenes. Para compensar esa pérdida de virilidad, muchos optan por el uso de pastillas como el sildenafil (nombre genérico del Viagra), sin receta médica y en muchos casos, sin conocer los riesgos asociados.
“Estamos viendo cada vez más pacientes jóvenes que usan Viagra como parte de su vida sexual activa, muchas veces bajo efectos del alcohol. Esto no solo puede crear dependencia psicológica, sino que también expone al organismo a riesgos cardíacos, presión arterial baja y otros efectos secundarios”, explicó un especialista en salud sexual.
Además, el acceso libre a estas pastillas en farmacias y redes sociales facilita su uso indiscriminado. Algunos jóvenes incluso las combinan con energizantes, lo que puede tener efectos graves sobre el corazón y el sistema nervioso.
Organizaciones de salud y expertos en bienestar sexual están haciendo un llamado a la conciencia: mantener una vida saludable, reducir el consumo de alcohol y buscar ayuda profesional son claves para evitar que esta conducta se convierta en una crisis de salud entre la población masculina joven del país.