A pesar de millonarios desembolsos en sueldos y viáticos, el Congreso Nacional de Honduras muestra una de las productividades legislativas más bajas de los últimos años, con sesiones escasas, proyectos estancados y promesas anticorrupción sin cumplir.
El Congreso Nacional de Honduras atraviesa una etapa crítica. Según expertos, este poder del Estado está sumido en disensos, largas pausas sin sesiones y escasa producción de leyes, lo que deriva en una de las gestiones más improductivas de los últimos años.
“Es una situación lamentable”, afirma Carlos Espinal, técnico del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).
De las 300 iniciativas presentadas en el Congreso, apenas 100 se aprobaron, una buena parte impulsados por el Poder Ejecutivo.
“El trabajo de los diputados es poco o casi nulo, y además, las comisiones tampoco entregan informes. Entonces, ¿en qué trabajan los diputados?”, cuestiona Espinal.
Presupuesto
El CNA expone en su informe “Del Congreso que votamos al Congreso que tenemos” que, pese a haber ejecutado más del 100 % de su presupuesto en 2019 y 2021, entre 2022 y 2024 el Congreso no logró ni acercarse a esa cifra.
En 2022, de 1,448 millones de lempiras asignados, sólo ejecutó 904.8 millones (62.49 %). Para 2024, el presupuesto aumentó a 1,523.3 millones, con una ejecución del 88.78 %.
Sin embargo, los recursos no se reflejan en la productividad: de los 391 proyectos de ley presentados en 2024, apenas 126 se aprobaron, y de estos solo se tiene registro de 104. Eso representa un 32.2 %.
Sueldos, viáticos y recesos prolongados
Durante 2024, el Congreso desembolsó 228.6 millones de lempiras en sueldos básicos para diputados propietarios y suplentes.
A esto se suman 173.3 millones en viáticos y otros gastos de viaje, incluyendo 15.7 millones destinados a misiones al exterior.
El contraste con la actividad legislativa es abismal. En lo que va de 2025, el Congreso solo sesionó cinco veces.
La última sesión fue el 12 de febrero, y la próxima está programada hasta el 9 de abril, acumulando más de 45 días sin actividad parlamentaria.
Tres de los cinco puntos abordados en esa última sesión estuvieron relacionados con autorización de endeudamiento, una constante que preocupa a los expertos.
Sin leyes clave para combatir la corrupción
Una de las mayores deudas del Congreso es con la lucha anticorrupción. Carlos Espinal señala que una de las promesas incumplidas es la aprobación de la Ley de Colaboración Eficaz, propuesta desde el Congreso anterior y crucial para fortalecer al Ministerio Público.
“Tres años lleva el Congreso postergando esta ley. Se excusa una y otra vez, pero no hay voluntad política”, lamenta Espinal.
A esto se suma la negativa a derogar la inmunidad parlamentaria creada con el decreto 117-2019, que impide responsabilizar penalmente a los legisladores por su actuación en el Congreso.
Además, las reformas necesarias al Código Procesal Penal para instalar la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH) siguen sin avanzar.
“Las propuestas presentadas son cortoplacistas y no garantizan una normativa sólida a largo plazo”, advierte Espinal.
Un Congreso sin diálogo ni agenda
Para Juan Carlos Aguilar, de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), el Congreso actual es uno de los menos productivos en años.
“El diálogo que debería existir en una cámara legislativa en una democracia representativa, no existe. Y sin diálogo, no puede construirse una agenda legislativa de calidad”.
Aguilar también señala que el Congreso falló en generar condiciones para los consensos y no impulsa reformas internas que limiten el poder discrecional de la Junta Directiva.
“Debe evitarse el manejo opaco de recursos y enfocarse en una agenda que incluya las reformas necesarias para la instalación de la CICIH y combatir la corrupción”, subraya.
Años perdidos en reformas clave
Honduras también continúa esperando reformas electorales, como la segunda vuelta, que se postergaron sin explicación.
“Desde que se creó la ley electoral se habló de estas reformas. No se les dio celeridad, simplemente se retardaron”, lamenta el CNA.
En el análisis cualitativo, el CNA destaca que durante 2024 se aprobaron 16 convenios de crédito por un monto de 1,609.8 millones de lempiras. La legislación sustancial sigue pendiente.
Las cifras que no engañan
Del total de proyectos presentados en 2024:
Diputados propietarios: 299 proyectos, 61 aprobados
Diputados suplentes: 55 proyectos, 8 aprobados
Poder Ejecutivo: 37 proyectos, 37 aprobados
Cortés es el departamento con más proyectos de ley presentados (100), de los cuales solo se aprobaron 26.
Le siguen Francisco Morazán (78 presentados, 12 aprobados) y Atlántida (25 presentados, 2 aprobados).
En deuda
El Congreso Nacional de Honduras quedó a deber. No solo por su escasa actividad legislativa, sino porque dio la espalda a las causas ciudadanas que prometió abanderar: transparencia, justicia y reforma.
Mientras los legisladores se enfocan en campañas políticas y postergan sesiones claves, la ciudadanía observa con preocupación cómo sus representantes, con abultados sueldos y privilegios, abandonan su responsabilidad esencial: legislar para el bien común.
La baja productividad legislativa no es una simple falla administrativa: es un reflejo de una democracia debilitada por la falta de voluntad política, el diálogo roto y el incumplimiento del mandato popular.