¡Asombroso! Pescador sobrevivió 95 días en el mar comiendo cucarachas

¡Asombroso! Pescador sobrevivió 95 días en el mar comiendo cucarachas

El pescador peruano Máximo Napa, de 61 años, sobrevivió 95 días a la deriva en el Océano Pacífico después de que su barca artesanal, el Gatón II, quedara sin motor debido a las inclemencias del clima.

Napa zarpó el 7 de diciembre de 2024 desde San Juan de Marcona, en la provincia de Nazca, con provisiones para dos semanas, pero el 11 de marzo fue rescatado en estado crítico por un barco pesquero ecuatoriano a más de 1.000 kilómetros de la costa.

Durante su odisea, Napa se aferró al deseo de reencontrarse con su madre, Elena, y con su nieta de dos meses. Según declaró, pensar en ellas le dio fuerzas para resistir y luchar por su vida. “Estoy agradecido con Dios por darme una segunda oportunidad”, expresó tras su rescate.

Sin alimentos ni agua potable, tuvo que recurrir a medidas extremas para sobrevivir. Bebió agua de lluvia y se alimentó de cucarachas que encontró en su barca, peces que accidentalmente caían en su embarcación, aves y hasta una tortuga, de la cual bebió su sangre. En los últimos 15 días antes de su rescate, no tuvo acceso ni a comida ni a líquidos.

La doctora Núria Vilarrasa, especialista en endocrinología y nutrición, explicó que el cuerpo humano puede resistir entre tres y cinco días sin agua, dependiendo del clima. En un ambiente caluroso, la deshidratación ocurre más rápido, pero Napa pudo sobrevivir al aprovechar el agua de lluvia y racionarla estratégicamente.

En cuanto a la falta de alimentos, el organismo puede soportar hasta siete semanas sin comer si cuenta con reservas de grasa. Según Vilarrasa, Napa logró resistir tanto tiempo porque su cuerpo estaba preparado para la hambruna y consumió lo poco que encontró. De haber tardado más en ser rescatado, su destino habría sido otro.

Su familia comenzó a buscarlo el 20 de diciembre, cuando perdió comunicación mientras navegaba cerca de la isla de Santa Rosa, en Pisco. Las condiciones meteorológicas le hicieron perder el motor y la radio, dejando su embarcación a la deriva sin posibilidad de pedir ayuda.

El comandante Jorge Calizaya, de la base naval de Paita, señaló que la embarcación de Napa no contaba con radiobaliza, un dispositivo obligatorio de localización que habría facilitado su rescate. Este elemento podría haber reducido el tiempo que pasó perdido en el mar.

Tras ser rescatado, Napa fue trasladado al hospital de Piura, donde recibió tratamiento por deshidratación severa y quemaduras solares. Aunque aún se encontraba débil y tenía dificultades para caminar, su recuperación avanzó favorablemente.

El reencuentro con su madre fue profundamente emotivo. Elena confesó que llegó a perder la esperanza de volver a ver a su hijo con vida. Sin embargo, sus hijas siempre creyeron en su regreso y le insistieron en que volvería sano y salvo.

 

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