¡Asfixiados! Ruta de buses Carrizal – Ulloa paraliza unidades por amenazas y extorsión

¡Asfixiados! Ruta de buses Carrizal – Ulloa paraliza unidades por amenazas y extorsión

Conductores de la ruta de buses que conecta Carrizal con la colonia Ulloa suspendieron este jueves sus operaciones como medida de protesta ante la constante presión de grupos criminales que los extorsionan y tras un violento ataque contra uno de sus compañeros.

La decisión fue tomada luego de que, en las últimas horas, hombres armados dispararan contra el ayudante de una de las unidades. El hecho generó pánico entre los trabajadores del transporte, quienes aseguran vivir bajo amenazas constantes.

“Estamos cansados. Cada semana tenemos que pagar extorsión, y ahora hasta disparos nos tiran. Hoy fue un ayudante, mañana puede ser cualquiera de nosotros”, expresó uno de los transportistas afectados.

La paralización ha dejado sin servicio a cientos de usuarios que a diario dependen de esta ruta para trasladarse a sus trabajos, centros educativos u otros compromisos. Como alternativa, muchas personas han recurrido a taxis colectivos, mototaxis y los llamados “Taxis VIP”. Sin embargo, otros, sin recursos para costear esas opciones, se han visto obligados a caminar largas distancias.

Los trabajadores del transporte aseguran que no reanudarán sus labores hasta que las autoridades les garanticen seguridad y se tomen acciones firmes contra los grupos que los amenazan.

Escalada de la extorsión en el país

El fenómeno de la extorsión ha tomado nuevas dimensiones en Honduras. Bandas delictivas de menor tamaño han intensificado sus actividades, aprovechando el repliegue temporal de estructuras criminales más grandes. Esta reorganización ha hecho que el cobro de “impuesto de guerra” se mantenga e incluso aumente en algunas zonas.

Pese a ello, las capturas por este delito han disminuido, reflejando un preocupante nivel de impunidad. De acuerdo con un reciente informe de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), más de 300,000 hogares hondureños reportaron haber sido víctimas de extorsión en lo que va de 2024. La tasa nacional de victimización se sitúa en 11.6%, frente al 9% registrado en 2022.

Esta realidad, lejos de mejorar, mantiene a comunidades enteras bajo el yugo de la violencia y la incertidumbre.

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