By Esta mañana, en rueda de prensa desde San Pedro Sula, Salvador Nasralla junto a Roberto Contreras
y Yani Rosenthal denunciaron públicamente información verificada sobre un intento de manipulación del
proceso electoral mediante la extracción irregular de maletas electorales. Lo expuesto no es un rumor.
Es una amenaza directa contra la voluntad del pueblo hondureño y un riesgo grave para la integridad
del proceso del 30 de noviembre.
De acuerdo con los reportes recibidos, este complot se origina en sectores vinculados a Libre. Lo más
preocupante es la presunta participación de miembros de las Fuerzas Armadas, institución llamada a
proteger la transparencia del proceso y no a comprometerla. El país exige claridad absoluta sobre estos
hechos.
La campaña de Salvador Nasralla demanda una explicación inmediata y pública del alto mando de las
Fuerzas Armadas que detalle quién dio la orden, quiénes están involucrados y qué acciones adoptarán
para impedir cualquier movimiento irregular. Honduras no puede guardar silencio frente a una amenaza
de esta magnitud.
Reafirmamos que cada voto del pueblo hondureño será defendido sin excepción. Ningún intento de
fraude será tolerado. Todo acto que busque alterar el resultado electoral será documentado, denunciado
y puesto en conocimiento de la comunidad nacional e internacional. La democracia hondureña cuenta
con aliados que no permitirán atropellos.
Durante la rueda de prensa también se abordó el compromiso de revisar y dignificar los sueldos de los
miembros de las Fuerzas Armadas. Salvador Nasralla expresó que el país necesita una institución
fortalecida y respetada, con condiciones laborales justas para sus miembros y sus familias, lo que incluye
asegurar ingresos dignos y coherentes con la responsabilidad que desempeñan.
Hacemos un llamado a la OEA, a la Unión Europea y a los socios democráticos de Honduras para que
refuercen su presencia y observación en este proceso. En un momento donde se pretende vulnerar la
voluntad popular, su acompañamiento es fundamental.
Quienes crean que pueden manipular maletas electorales sin consecuencias están profundamente
equivocados. La ley es clara y la voluntad del pueblo es inviolable.
