El nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, asumió oficialmente el cargo este sábado en una ceremonia realizada en La Paz, marcada por un fuerte tono de llamado a la reconstrucción nacional. En su discurso inaugural, Paz afirmó que el país enfrenta una de las crisis económicas más severas de su historia reciente, señalando que “la nación que recibimos está devastada, con las finanzas públicas al borde del colapso y una profunda pérdida de confianza ciudadana”.
El líder del Partido Demócrata Cristiano (PDC) llegó al poder tras vencer en segunda vuelta al candidato conservador Jorge “Tuto” Quiroga, poniendo fin a casi dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS). Con su triunfo, se cierra el ciclo político de los expresidentes Evo Morales y Luis Arce, cuyas gestiones estuvieron marcadas por denuncias de corrupción, déficit fiscal y creciente polarización.
Durante su discurso, Paz prometió implementar un plan de recuperación económica basado en la transparencia, la inversión privada y la estabilidad institucional. Además, hizo un llamado a la unidad nacional, subrayando que “no hay tiempo para revanchas políticas, sino para reconstruir el país con responsabilidad y esperanza”.
Analistas consideran que el nuevo gobierno enfrentará grandes desafíos, entre ellos la inflación, el desempleo y el deterioro del sistema productivo. Sin embargo, la llegada de Rodrigo Paz genera expectativas de un cambio en el rumbo económico y político de Bolivia, en busca de estabilidad y reconciliación
