A dos meses exactos de las elecciones generales, el panorama político da un nuevo giro. Según la más reciente encuesta de la firma internacional Tracking, correspondiente a septiembre, el candidato presidencial del Partido Nacional (PN), Nasry “Tito” Asfura, toma la delantera con un 34 % de intención de voto, superando por tres puntos a Salvador Nasralla (31 %), abanderado liberal.
La sorpresa no es solo el ascenso de “Papi a la Orden”, sino el retroceso del liberalismo, que hasta agosto se mantenía como primera fuerza con una ventaja de dos puntos sobre Asfura. En apenas un mes, el nacionalista logró revertir la desventaja y transformarla en una ligera ventaja, capitalizando los conflictos internos de su rival.
Por su parte, Rixi Moncada, candidata de Libertad y Refundación (Libre), permanece en un tercer lugar con 18 %. Aunque cuenta con una base sólida de simpatizantes leales al partido en el poder, no logra acortar distancias con los dos punteros. De hecho, la diferencia entre Moncada y Nasralla es de 13 puntos, y con Asfura se amplía a 16, lo que la deja fuera de la competencia directa en esta fase de la campaña.
El estudio también refleja un 2 % de apoyo a “otros” candidatos, un 3 % que votaría nulo, un 4 % que asegura que no asistirá a las urnas y un 8 % que no respondió. Este 17 % de electores no definidos se perfila como el segmento que podría inclinar la balanza en noviembre.
La comparación entre los tres candidatos principales revela tendencias distintas
Asfura crece tres puntos respecto al mes anterior y se muestra como el más beneficiado por las divisiones liberales. Su discurso de “orden” y cercanía parece calar en un electorado cansado de disputas internas.
Nasralla pierde dos puntos en apenas 30 días, lo que refleja que la euforia inicial en torno a su candidatura no se tradujo en consolidación política dentro del Partido Liberal. A pesar de su popularidad mediática, enfrenta el obstáculo de una estructura partidaria fragmentada.
Moncada se mantiene estancada en el 18 %, sin avances respecto a encuestas previas. Su reto es ampliar su base más allá del voto duro de Libre, algo que hasta ahora no ha logrado.
¿Se esfuma la mejor oportunidad en 16 años?
El analista político y dirigente liberal de Choloma, Leopoldo Crivelli, advirtió durante su participación en el programa En la Mira, conducido por el periodista Carlos Martínez, que “hay euforia por Nasralla, pero desorden en casa”, subrayando que la esperanza liberal no basta si no hay cohesión interna.
La negativa a inscribir a Jorge Cálix ha dejado heridas profundas en el liberalismo, generando desencanto en parte de la militancia y empujando votantes hacia otras opciones, principalmente hacia el nacionalismo.
Con 60 días por delante, el Partido Liberal enfrenta el dilema de recomponer su unidad o resignarse a perder su mejor oportunidad de volver al poder desde 2009. Mientras tanto, el Partido Nacional se presenta como la fuerza en ascenso y Libre sigue luchando por evitar quedar relegado a un papel secundario.
La encuesta de septiembre envía un mensaje contundente: la elección se perfila como una batalla cerrada entre Asfura y Nasralla, con Moncada muy por detrás, a menos que logre un golpe de efecto en las próximas semanas.