El tiempo sigue su curso y las hojas del calendario siguen cayendo mes a mes. Las familias de tres marinos hondureños perdieron contacto con sus seres queridos que fueron capturados por las autoridades en aguas venezolanas.
Los tres catrachos: Geovany Martínez, Walter López y Willy Woman, son parte de una tripulación de nueve personas que iban a bordo del barco N35, que fueron detenidos en la isla de Margarita, Venezuela.
El buque con bandera panameña operado por la empresa belga Siatec, dedicada a recuperar restos de naufragios de la II Guerra Mundial. En Venezuela los detuvieron supuestamente por espionaje. «Tenemos hijos que preguntan por su papá y les tenemos que mentir sobre su situación, y no es fácil», dijo una esposa de uno de los marinos.