Bobby Kertanegara, el popular gato del presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, volvió a ser el centro de atención durante el Cat Lovers Social Day 2025, celebrado en Yakarta.
Su entrada, digna de una figura de Estado, incluyó una alfombra azul y escolta policial, generando una oleada de reacciones en redes sociales y reavivando el debate sobre su estatus como mascota presidencial.
Adoptado por Subianto en 2016, Bobby ha estado presente en el Palacio Merdeka, la sede del gobierno, donde su presencia ya es habitual en eventos oficiales, encuentros diplomáticos y hasta reuniones con líderes internacionales.
Una figura diplomática felina
Entre las apariciones más destacadas del “primer gato” de Indonesia figuran su presencia en una reunión con el embajador chino Lu Kang, tras la victoria electoral de Subianto en 2024, y un curioso momento el pasado 7 de mayo, cuando interactuó con Bill Gates, quien le obsequió un peluche con forma de ballena.
La reciente controversia por la escolta policial que recibió Bobby fue defendida por el subsecretario de Estado, Juri Ardiantoro, quien explicó que los protocolos de seguridad incluyen a las pertenencias del mandatario.
“No se trata sólo del presidente, sino también de sus pertenencias, que son responsabilidad del Estado”, afirmó a CNN Indonesia.
Orígenes humildes de una estrella felina
Según relató el propio presidente Subianto durante un almuerzo en Lancaster House, Londres, ofrecido por la viceprimera ministra británica Angela Rayner, en noviembre de 2024, tiene ocho gatos en total, pero Bobby es el más notable.
“Tengo ocho gatos. A veces son molestos, pero la mayoría de las veces son divertidos”, bromeó el mandatario, provocando risas entre los asistentes.
El vínculo entre Bobby y Subianto comenzó cuando el gato frecuentaba la residencia en obras del mandatario en Jalan Kertanegara IV, al sur de Yakarta. Con el tiempo, el entonces general se encariñó con él, lo adoptó y, en honor a esa calle, lo nombró Kertanegara.
Al inicio lo llamaba simplemente “El Gato”, pero su ascenso en popularidad llevó a un renombramiento simbólico, que marcó el inicio de su rol como compañero inseparable del presidente y ahora como celebridad nacional.
Bobby no sólo simboliza el lado más personal del líder indonesio, sino que también representa la creciente visibilidad y afecto por las mascotas en la esfera pública del país.