By Si las elecciones fueran limpias, hoy o en noviembre, el narco corrupto partido libre resultaría estrepitosamente derrotado. Mel, el destructor de la nación, lo sabe muy bien, por eso, recurre a la violencia de los colectivos. Así se evidenció al no dejar ingresar las empresas al Consejo Nacional Electoral y las turbas violentas en el Congreso Nacional. Y estas acciones van a aumentar.
La estrategia de mel es clara, el “lawfare”, o uso de la Ley contra la oposición. Para ello, manda al pirómano Ochoa a presentar denuncia contra las dos Concejales al Ministerio Público, simultáneamente, el ilegal del Congreso Nacional, arma una comisión para investigarlas, paralelamente, llama a los colectivos violentos a generar caos y meter miedo. La ruta es clara, uso de la fuerza y de las instituciones que controla el narco gobierno.
Ante este panorama, los espacios para recurrir a la institucionalidad o a la legalidad son cada vez menores, la lucha está pasando al terreno político-jurídico, a la demostración de la fuerza, en donde hasta ahora, libre aventaja, ellos lo saben. Por eso, ya días vengo diciendo que la oposición debe romper esa hegemonía y dar un golpe de autoridad, sacar 50 mil o más almas a la calle, en Tegucigalpa y San Pedro Sula, para poner a mel en su sitio. Ellos son la ínfima minoría, pero lamentablemente están organizados. Sen Su establece que “las batallas se ganan antes de empezarlas”, por eso, la oposición debe dejar los comunicados y conferencias de prensa, para pasar a acciones más contundentes, hoy es el momento, mañana puede ser muy tarde.
He escuchado a algunos tomadores de decisión de la oposición dicir que no hay que confrontar saliendo a la calle, que es “peligroso”, ese argumento es pobre, insensato, muestra falta de estrategia y favorece a los ñurdos. El tiempo se acaba, estamos muy cerca que libre infrinja un golpe mortal al CNE. No hay tiempo que perder, la oposición política debe salir pacifica, pero masivamente a las calles, lo más pronto posible, a defender a las Concejales, frenar el intento de golpe de mel y mostrar de qué lado está la mayoría del pueblo.
