Las remesas no son solo cifras: son el alquiler pagado, la comida en la mesa, las medicinas de los abuelos.
Para Honduras, representan el 26% del PIB. Para cientos de miles de familias, son su única fuente de ingreso estable. Pero ahora, están bajo amenaza.
El presidente Donald Trump viene con una nueva ofensiva contra la migración irregular.
Esta vez, su blanco no son las personas, sino el dinero que envían desde Estados Unidos.
Lo que antes quería usar para financiar un muro, ahora quiere gravarlo con impuestos: hasta un 10% por envío, según lo planteado por su vicepresidente JD Vance.
Impacto de gravar las remesas sería devastador
Los datos son contundentes. Honduras no está sola, pero sí entre los más expuestos. Según cifras oficiales y del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), el impacto que tendría este plan en Centroamérica y el Caribe sería devastador:
País | Remesas como % del PIB |
Nicaragua | 28% |
Honduras | 26% |
El Salvador | 24% |
Guatemala | 20% |
Haití | 18% |
Jamaica | 17% |
México | 4% |
Colombia | 3,1% |
Bolivia | 2,6% |
Perú | 1,7% |
Caribe insular | 9,2% (promedio) |
Istmo Sur | 0,7% (promedio) |
El caso de México impresiona por volumen: en 2024 recibió 60.000 millones de dólares, el mayor receptor de remesas del continente.
Sin embargo, Honduras, Nicaragua y El Salvador son quienes sufrirían más en proporción a su tamaño económico.
Impuesto al hambre y al arraigo
En Honduras, el 65% de las remesas llega a los hogares más pobres, según cifras regionales.
Si ese dinero deja de fluir o se reduce drásticamente, los efectos serían inmediatos: menos comida, menos acceso a salud, más deuda, más migración forzada.
El Icefi advierte que una caída del 11,8% del PIB por menor envío de remesas podría provocar una crisis de balanza de pagos, inestabilidad cambiaria, recesión económica y una nueva oleada migratoria hacia el norte. Justo lo que Trump dice querer frenar.
Florida, Ohio, Oklahoma ensayan aplicar impuesto a remesas
Estados clave para las elecciones ya empezaron a moverse. Oklahoma aprobó un cargo de 5 dólares por envíos menores a 500 y 1% para sumas mayores.
Florida y Ohio analizan leyes similares. Aunque su argumento es que las remesas alimentan redes de coyotaje y lavado, en la práctica golpearán al padre que manda dinero para los útiles de su hija o la madre que sostiene a su familia.
El precio de mandar remesas
Si el plan avanza, Honduras perderá más que remesas: perderá el poco aire que le queda para sostener a su gente dentro del país.
Y lo peor es que el castigo no será para los políticos ni para los “coyotes”: será para las abuelas que esperan su envío, para los niños, para los jóvenes.
Trump no solo busca detener migrantes: ahora quiere callar las remesas que los mantienen vivos.