By La comunidad de Concordia amaneció de luto tras el brutal crimen de Emily Varela, una joven de 24 años e hija de pastores, quien falleció tras ser apuñalada múltiples veces por un atacante desconocido.
Según reportes preliminares, el ataque ocurrió en circunstancias aún no esclarecidas.
Testigos relataron que la víctima fue trasladada de urgencia a un centro asistencial en Campamento, Olancho, pero llegó sin signos vitales.
Las heridas, provocadas por un arma blanca tipo puñal, sugieren un acto de extrema violencia.
Las autoridades iniciaron una investigación para capturar al responsable, aunque hasta el momento no se han revelado detalles sobre móviles o posibles sospechosos.
Vecinos del área exigen justicia, mientras familiares y amigos claman por respuestas ante lo que consideran un nuevo caso de la ola de violencia contra mujeres en Honduras.
La noticia desató una ola de indignación y solidaridad en plataformas digitales. Amigos cercanos y miembros de la comunidad religiosa de los padres de Emily, reconocidos pastores en la zona, compartieron mensajes de condolencia y exigieron acciones concretas contra la impunidad:
«Pastores, no tengo palabras. Solo Dios puede darles consuelo. Ustedes guiaron a Emily por el camino correcto»*, escribió Eledia Velásquez.
«Qué Dios fortalezca a su madre, Marie Ordoñez. Acompaño su dolor», añadió otro usuario.
«Dueles, amiga. Lo siento mucho», se leía en un post viral junto a fotografías de la joven.
Honduras: entre los países más peligrosos para las mujeres
Este crimen se suma a las más de 60 muertes violentas de mujeres registradas en 2025, según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).
Migdonia Ayestas, directora del OV-UNAH, alertó que Honduras encabeza la tasa de femicidios en Latinoamérica y está entre los cinco países con mayor número de asesinatos de mujeres a nivel mundial en proporción a su población. «La violencia de género sigue siendo una pandemia paralela», denunció.
