Según versiones de uno de los testigos que estaba en el lugar y que fueron brindadas a la Policía Nacional al momento de llegar al lugar a realizar las investigaciones, el amante de la madre del menor llegó a la casa de ellos en Marcala, La Paz, mientras el padre andaba trabajando, y dejó la pistola en la mesa, mientras el sostenía relaciones sexuales con la madre.
El niño de tan sólo cuatro años, tomó el arma por accidente para jugar y se dio un disparo accidental en la cara muriendo instantáneamente.
La madre al ver lo sucedido, junto con su amante, corrieron a ocultar el arma de fuego y la tiraron dentro del baño, sin embargo fue delatada por uno de los testigos que se encontraba en el lugar.
Al momento de la madre darse cuenta de lo ocurrido, inventó la historia que contaba el padre, a quien le aseguraban que sujetos en venganza por un acto que había ocurrido hace varios años, alguien había llegado y le habría disparado al menor huyendo de la escena, cuando todo fue totalmente falso para encubrir lo que realmente había pasado.