La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido este viernes una orden de arresto contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, bajo la presunción de crimen de guerra por la deportación forzada de niños ucranianos desde zonas capturadas durante la guerra de Ucrania a territorio ruso.
El tribunal también ha emitido una orden de arresto por el mismo motivo contra la comisaria presidencial de los derechos humanos de la Infancia de la federación Rusa, Maria Alekseievna Lvova-Belova, ha hecho saber en un comunicado.
La corte entiende que hay “motivos razonables” para creer que Putin “tiene responsabilidad penal individual” por estos delitos, bien por su comisión “directa” o por haber sido incapaz de “ejercer un control adecuado sobre los subordinados civiles y militares que cometieron los actos”.
Ucrania agradece el gesto y Rusia le resta importancia
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha asegurado que la decisión de la Corte no tiene importancia alguna. En el último año, Moscú ha negado, además, repetidamente las diversas acusaciones de atrocidades y ataques a infraestructuras civiles durante su invasión de Ucrania.
Kiev ha culpado a Rusia de deportar a miles de menores durante la guerra. Los niños habrían sido adoptados por familias rusas, alojados en campamentos y orfanatos rusos, reciben pasaportes rusos y son educados para rechazar la nacionalidad ucraniana, según Ucrania. En este sentido, el fiscal general ucraniano, Andriy Kostin, ha agradecido la orden y ha recordado que la justicia ucraniana está investigando la deportación forzosa a Rusia de más de 16.000 niños de territorios ocupados por Moscú.
“Tememos que los números reales sean mucho más altos”, ha dicho el fiscal general ucraniano en Twiiter, que ha explicado también que las autoridades de Kiev han compartido con La Haya más de 40 volúmenes y un millar de páginas de pruebas que documentan estos casos.
Kostin ha dicho que la orden obliga a los países que forman parte del tribunal a detener y entregar al presidente ruso a la CPI. “Los líderes del mundo deben pensárselo dos veces antes de darle la mano o sentarse con Putin”, remacha el fiscal ucraniano.
La orden de arresto, la primera en la historia que la CPI dictada contra el presidente de un país miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, llega después de que el pasado lunes el organismo anunciara que tenía previsto abrir las primeras causas contra Rusia por estos crímenes y que solicitaría la detención de varias personas. El jueves la ONU también acusó a Rusia ha cometido crímenes de guerra en Ucrania como asesinatos, violaciones, torturas y deportaciones de niños. La organización asegura en un informe que tiene suficientes evidencias de las violaciones de derechos humanos cometidas por las tropas rusas en Ucrania.