Por: Nery Alexis Gaitán
La IX Cumbre de la Celac en Tegucigalpa fue un acontecimiento desafortunado para el país. Esta cumbre, de naturaleza completamente izquierdista, reunió a líderes que han sido fuertemente cuestionados en sus respectivos países, por estar involucrados en actos de corrupción y haber recibido dinero del narcotráfico; además, de ser dictadores algunos, como el caso de Díaz Canel de Cuba o Nicolas Maduro, que mandó a su representante por no poder salir de Venezuela ya que hay una recompensa por su cabeza.
Presidentes que no son ejemplo de nada bueno y que en sus países han fracasado, condenando al pueblo a la miseria, vinieron a querer darnos lecciones de moral, nada más absurdo. La tal Declaración de Tegucigalpa que hicieron no tuvo ningún impacto, pasó sin pena ni gloria, sobre todo porque no abordó los principales problemas latinoamericanos en relación a los Estados Unidos. No analizaron el problema de las deportaciones masivas o los aranceles que está imponiendo Trump; lo que se percibe es la desfasada confrontación con los norteamericanos, rescoldos de la Guerra Fría. Y, para variar, esta inservible Declaración no fue promulgada por consenso, ya que Paraguay, Argentina y Nicaragua no estaban de acuerdo, pero olímpicamente la “compañera Xiomara” ignoró a estos países imponiendo su voluntad, que según periodistas argentinos está bajo el mandato de Nicolas Maduro.
Así que a nada vinieron a Tegucigalpa, sólo a hacer vida social y elevar el perfil izquierdista de la familia Zelaya Castro, que anda por los suelos. Y para darle cierta notoriedad a Ramona, la candidata presidencial oficialista, que es altamente impopular y que el pueblo hondureño rechaza porque es la continuidad de este proyecto fracasado del “socialismo democrático”; y su discurso es de odio y confrontación en contra de la familia hondureña.
Pero lo más triste de esta improductiva e innecesaria Cumbre en Tegucigalpa es el oneroso gasto que efectuó el gobierno. Según declaraciones del canciller Reina costó entre 5 y 6 millones de dólares, más de 150 millones de lempiras, pero expertos en realizar estos eventos declararon que el costo real era aproximadamente de unos 350 millones de lempiras. ¡Es en verdad indignante este gasto inútil!
¡Cómo no se conduelen de los pobres que sufren! El pueblo va a nada a los hospitales y centros de salud, no los atienden, no hay medicamentos ni personal trabajando. Estos millones de lempiras, gastados inoficiosamente, debieron invertirse en los hospitales, abasteciéndolos de medicamentos y pagándole los sueldos al personal de salud que está en huelga porque no les pagan desde hace cuatro meses. La Ministra de Salud, Carla Paredes, cuando la entrevistan preguntándole cómo va a solucionar el conflicto en salud, lo que hace es burlarse o tratar mal a los huelguistas. En el IHSS es la misma historia, las citas son para nunca sin falta, no hay medicamentos y la farmacia no entrega los pocos medicamentos que tiene, ya que cierra cuando le da la gana; así que los derechohabientes a lo único que van es a perder el tiempo.
Mientras tanto, sigue el ataque a las consejeras del CNE por parte del oficialismo, ya que desean dominar este organismo para efectuar un supuesto fraude electoral ya que es la única forma de que continúen en poder. Y los militares, violentando la Constitución, se han convertido en activistas de Libre; es imposible que quieran evadir la responsabilidad que tienen en el descalabro ocurrido el 9 de marzo, el artículo 272 constitucional los responsabiliza. En el Congreso Nacional continúa la intolerancia defendiendo la agenda política oficialista y no le dan la palabra a la oposición.
Continúa la inseguridad ciudadana, la delincuencia común, la extorsión y el narcotráfico están imparables. Se ha incrementado el desempleo y miles de compatriotas abandonan el país huyendo de la miseria. Y el gobierno continúa con el derroche del erario público, sin misericordia alguna.
¡LIBRE NUNCA MÁS!