By CORTESÍA ICN
Tres Jeep Wrangler valorados en más de 3.9 millones de lempiras, junto a 44 camionetas de lujo como Land Cruiser Prado, Nissan X-Trail, Hyundai Santa Fe, Mitsubishi Montero y Patriot adquiridas por un total de L41,774,821.41, conformaron la primera flota oficial de vehículos de alta gama estrenada por la administración de la presidenta Xiomara Castro al iniciar su mandato en 2022.
Con sirenas encendidas y luces policiales despejando el paso, así transitan estos vehículos de lujo adquiridos con fondos públicos. A bordo, suelen trasladarse altos funcionarios, acompañados por sus conductores, escoltas y un aire acondicionado ajustado a su total comodidad.
En otros casos, los automóviles permanecen estacionados en espacios públicos o privados, con el motor encendido y el sistema de climatización funcionando, a la espera de que el funcionario llegue, evitando así cualquier molestia térmica. Esta escena es cada vez más común en Honduras, a pesar del discurso de austeridad que el actual gobierno promovió como bandera de campaña.
Una investigación de ICN Investiga, con base en datos proporcionados por la Dirección Nacional de Bienes del Estado (DNBE), revela que durante el periodo 2022-2024, el Estado hondureño ha destinado L1,415,399,592.31 exclusivamente a la compra de vehículos de lujo y todoterreno.
El informe detalla que en ese periodo se compraron 1,905 vehículos, entre camionetas, turismos y todoterreno, además de tractores, volquetas, camiones y otros automotores de trabajo pesado.
Y aunque las pick-up son utilizadas en distintas secretarías para transitar en zonas con calles deterioradas o para el transporte de víveres durante emergencias naturales, lo cierto es que también son usadas como vehículos personales por funcionarios, e incluso por los conductores a quienes se les asignan.
Como prueba de ello, durante el reciente feriado de Semana Santa, el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) emitió 56 requerimientos tras identificar el uso indebido de vehículos del Estado durante la Semana Mayor.
Lujo sin freno
En 2022, el gobierno destinó L813,656,900.31 para la adquisición de 835 automotores, incluyendo motos, volquetas, camionetas y vehículos todoterreno. De estos, 44 fueron camionetas de lujo, valoradas en L41,774,821.41, mientras que 478 unidades —entre todoterreno y turismos— costaron L299,277,508.58.
El catálogo fue tan amplio como constoso: se adquirieron 191 Toyota Hilux 4×4, 76 Mitsubishi L200 y 74 Nissan Frontier, entre otros modelos. Además, figuran 15 Land Cruiser Prado, 3 Land Cruiser Hard Top y 11 Suzuki Grand Vitara, sumando 44 camionetas de lujo solo en el primer año de gobierno.
En 2023, las compras continuaron. Se adquirieron 50 camionetas por L49,283,984.25 y 541 pick-ups por L402,184,836.51, totalizando L451,468,820.76, lo que representa el 78.12% del gasto vehicular de ese año: L577,981,737.53.
Entre las unidades más destacadas estuvieron lujosas Chevrolet Tahoe, vistas en uso por la presidenta Xiomara Castro y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Rebeca Raquel Obando. También se registró la compra de dos Jeep Wrangler por L2,604,000.00, un modelo que frecuentemente conduce el expresidente Manuel Zelaya, esposo de la mandataria, durante actos simbólicos como el 15 de septiembre o el Día del Trabajador.
En 2024, las cifras no disminuyeron. El Estado desembolsó L1,121,320,757.88 en 1,745 vehículos, entre ellos 32 camionetas valoradas en L21,395,051.94, y 760 unidades —entre pick-ups y turismos— por L601,483,389.62, según registros de la DNBE.
Pese a las reiteradas promesas de austeridad durante su campaña, el gobierno de la autodenominada presidenta «socialista democrática» ha destinado más de 1,415 millones de lempiras exclusivamente a vehículos de lujo.
Y si se suman las compras de motocicletas, camiones, volquetas, tractores y otros automotores, el total asciende a L2,512,959,395.72
