Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
Los políticos marxistas anidados en el Partido Libre ambicionan cambiar la filosofía de la vida del hondureño. Están alterando factores culturales, históricos y sociales, que le ha dado forma a la identidad colectiva del pueblo de Honduras. Buscan darnos nuevos valores comunitarios, familiares, resilientes y hasta quieren que alteremos la conexión con la naturaleza y enfrentemos las adversidades socioeconómicas y políticas, confiando en la dirección del Estado, que ellos, controlan para subordinar el mercado, al antojo de políticas estatales dictadas por el Partido.
Al día de hoy, los refundacionales izquierdistas, pretenden que encaremos los desafíos de la pobreza, la violencia y la migración forzada con una actitud de esperanza y perseverancia, creyendo en que adoptando los valores de la doctrina socialistas marxista, vamos a lograrlo. Están fortaleciendo nuestra capacidad de adaptación ante los cambios perturbadores que ejecutan en el Estado y la sociedad, basados en la creencia filosófica de que, a pesar de las dificultades, es posibles superar los obstáculos a través de un Estado socialista que exiga subordinación total y unidad ideológica.
Van trastocando los vínculos familiares y comunitarios. En lugar de que la familia y la comunidad ocupen un lugar central en la vida de los hondureños, aplican acciones de política estatal que buscan acercar al Estado y al Partido Libre, con un fuerte sentido de apoyo mutuo, donde son los valores que profesan los del Parido Libre, sean los que deben cumplir el rol clave. Y, lograr simultáneamente, que la comunidad encuentre en la solidaridad y el apoyo que les dan, vínculos de solidaridad y amistad socialista entre vecinos y amigos.
Buscan que la religiosidad, especialmente del catolicismo y el protestantismo, jueguen un papel secundario en la vida cotidiana del hondureño. Según los marxistas del Partido Libre, ya no es la fe en Dios lo que proporciona consuelo y sentido en momentos de incertidumbre y adversidad, sino la solidaridad partidarista y el accionar en momentos que el partido lo demande. De tal suerte, que sea la doctrina socialista, lo que se convierta, en parte integral de la identidad hondureña. De manera, que la lucha por un futuro mejor para superar los problemas estructurales del país, dependa del apoyo total que le den al Partido Libre y a su visión de la vida socialistas que profesan.
Ya no son los valores liberales u otros afines, los que deben marcar la filosofía en la vida del hondureño, sino mas bien, los que promueva el Partido Libre a través del Estado socialista. Los valores marxistas, se basan en la crítica al capitalismo, la lucha de clases y la búsqueda de una sociedad sin opresión. Para lograrlo, supeditan a la sociedad a la lucha en contra de los capitalistas, porque es considerada el motor necesario en la dinámica de la historia. Quieren abolir la propiedad privada de los medios de producción y establecer un sistema económico basado en la propiedad colectiva. Creen que solo en una sociedad sin explotación se puede abolir la opresión. Y plantean que la economía, debería regirse por los valores marxistas, asimismo la sociedad. Y, para lograrlo, imponen una dictadura autoritaria, el determinismo económico y la instrumentalización de un régimen totalitario.