Un misterioso animal ha generado gran preocupación entre los ganaderos de San Jerónimo, en el occidente de Honduras, tras registrar la muerte de varios terneros con un patrón extraño: les extrae el corazón sin devorar completamente al animal, según denuncias locales y la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).
Edgardo Zerón, director regional de la SAG, confirmó que se están realizando investigaciones para identificar a esta criatura. “Hemos tenido reuniones con los ganaderos afectados y hasta ahora se desconoce qué tipo de animal es, aunque los testigos aseguran que es de buen tamaño y que las víctimas son terneros grandes”, explicó Zerón en una entrevista radial.
Los productores han encontrado los cadáveres de sus animales sin corazón ni un tejido blanco específico del interior, lo que ha generado mayor misterio sobre el atacante. “Aún no se puede precisar el número exacto de muertes ni la especie responsable”, añadió el funcionario.
Los ganaderos reportan que esta situación lleva aproximadamente tres meses y que el animal se mueve por diferentes áreas del departamento. Arnolfo Posadas, ganadero de la zona, detalló que el depredador tiene “ojos claros y piel oscura” y que en la última semana ha atacado al menos seis vacas, extrayéndoles únicamente el corazón.
La preocupación crece, pues este problema ya afecta a al menos siete ranchos ganaderos. Posadas hizo un llamado a las autoridades para instalar cámaras o trampas que ayuden a capturar e identificar a esta criatura que continúa libre.
Aunque no existen imágenes ni pruebas concluyentes, el patrón específico de los ataques y la ausencia del órgano vital de las víctimas despiertan especulaciones y miedo entre los habitantes.
¿Podría tratarse del Chupacabras?
En Honduras, el folclore es parte fundamental de la cultura popular, y entre las leyendas más conocidas está la del “Chupacabras”, una criatura que supuestamente ataca a los animales de granja para beber su sangre. Aunque no es originaria del país, esta leyenda ha ganado fuerza con el paso de los años, especialmente en zonas rurales.
Los primeros reportes sobre este ser provienen de Puerto Rico, en 1995, cuando se descubrieron animales con heridas inusuales: pequeños orificios en el cuerpo sin señales de lucha o depredadores comunes. Testigos describen al Chupacabras como un animal extraño, parecido a un canguro, con colmillos afilados y ojos rojos y saltones.
Por ahora, la identidad del responsable en San Jerónimo sigue siendo un misterio, mientras las autoridades y la SAG continúan con las investigaciones para proteger a los ganaderos y a su ganado.