Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
No más entraron a gobernar los marxistas del Partido Libre en febrero de 2022 y, convierten a la presidente Xiomara Castro, en una marioneta o instrumento político para ejecutar las acciones desacertadas de política internacional. Comenzaron con el rompimiento de relaciones diplomáticas con Taiwán para establecer relaciones con China comunista; lo que fue francamente una metida de pies en aguas sucias. Esta acción a todas luces inapropiada y falto de inteligencia, tuvo consecuencias negativas para nuestra economía nacional. Al día de hoy, tres años después, la China roja no les ha dado un apoyo financiero relevante y los beneficios tangibles son completamente invisibles o ausentes. En cambio, al cancelar diplomáticamente la relación con Taiwán, se produce una crisis comercial expansiva que causa el decrecimiento del desarrollo económico en la zona sur del país. “Al romperse las relaciones comerciales de Honduras con Taiwán, las exportaciones de mercancías bajaron 25.8 millones de dólares en el periodo 2022-2023, al pasar de 121.1 a 95.3 millones, explicado por una menor venta de camarón cultivado” (Ver, Luis Rodríguez 07.06.2024. El Heraldo). El gobierno demostró con esta acción una primera señal de política internacional sectaria, caprichosa e ideológicamente insana, cuya finalidad política, fue demostrarle al bloque internacional socialista, que el gobierno de Honduras se encamina por la ruta socialista.
Actualmente, intensifican la tensión con Estados Unidos sin tener una base económica interna capaz de sostener el desarrollo económico de Honduras, de manera independiente del apoyo de los norteamericanos. Siguen utilizando a la presidente para provocar fricciones con este país, no obstante que las relaciones con Washington, son indispensables y claves para lograr un crecimiento económico con mejores niveles de desarrollo sostenible. Asumen posturas internacionales, dictadas por asesores venezolanos, nicaragüenses y cubanos de manera axiomática, es decir, obedientes a la norma marxista y contrarias al enfoque diplomático democrático capitalista. Al punto que amenazan al presidente Trump, con tomar acciones irracionales y ridículas, tales como, plantear que van a cancelar el acuerdo asociado con la base de Palmerola, que implicaría desechar la asistencia militar bilateral con los Estados Unidos que se viene brindando formalmente desde 1954. Al respecto, la presidente le puede poner fin a la “presencia de tropas estadounidenses en Honduras, lo único que debe hacer es enviar una nota escrita y comunicar al Gobierno de los Estados Unidos que se termina el acuerdo y la decisión se efectuaría un año después” (Yarely Madrid. Expediente Público, enero 27, 2025). ¿Y luego qué?
Asimismo, han desarrollado un papel inconsistente y falto de capacidad en el manejo del liderazgo con el SICA y CELAC, que ha demostrado incompetencia e igualmente una falta de liderazgo efectivo ante la coordinación del manejo de asuntos regionales. Igualmente, ante la crisis migratoria y seguridad, se evidencia la falta de estrategias concretas para frenarla, alcanzando un punto crítico que ilustra una postura de política internacional evidentemente negativa y carente de visión propiamente internacional. Y si a esto le agregamos la denuncia del tratado de extradición, nuestra situación es delicada o errada en el plano internacional.