La notificación emitida ayer por el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, ordenando el desarme de los oficiales pertenecientes a las promociones 28, 29 y 30, ha provocado una tormenta de interpretaciones y especulaciones que trascienden el ámbito militar. La medida, instruida directamente por el jefe del Estado Mayor, general Roosevelt Leonel Hernández Aguilar, exige que los oficiales entreguen sus armas reglamentarias —pistola y carabina— al Comando de Apoyo Logístico (CALFFAA) antes del 15 de abril.
Aunque la comunicación oficial no detalla las razones de esta decisión, voces dentro y fuera de la institución coinciden en que la medida podría tener implicaciones de gran calado en un contexto político marcado por la desconfianza, la tensión interna y el temor a un quiebre dentro del Ejército.
Un analista militar —fuente fidedigna con amplio conocimiento en temas castrenses y políticos— ofreció un análisis exhaustivo que sugiere que la medida no solo debe verse desde una sola dimensión podría ser pluridimensional. No obstante, expresó que la situación actual dentro de la Fuerza Armada despierta muchas suspicacias, especialmente por las manifestaciones políticas evidentes del general Roosevelt Hernández.
“Si bien es cierto, las FF.AA. es una institución que ha tenido por tradición mayores credibilidad dentro de la población, pero también hay que ver que, en estos momentos, en estos instantes, está siendo sometida a una enorme duda de parte de la población debido a las manifestaciones políticas evidentes del general, Roosvelt Hernández” planteó.
“Roosevelt tiene miedo a un golpe de barracas”
Según el experto, “esas suspicacias simplemente nos dirigen hacia pensar que el hombre (Roosevelt Hernández) quiere desarmar a las promociones que podrían someterlo a un golpe de barracas por el descontento que podría estarse ocasionando dentro del seno de la Fuerza Armada, que yo creo que sí podría estarse dando”.
Recordó que, históricamente, las Fuerzas Armadas son una institución cerrada que jamás revela al pueblo lo que sucede en su interior. “Pero ahora está trascendiendo mucha información porque el error que están cometiendo es que se les olvida que ahora existen redes sociales. Ya no pueden seguir haciendo las prácticas que hacían antaño, en los años 70, cuando todo se hacía bajo la mesa y daban sus zarpazos”.
“Entregar armas es atípico y ocurre cuando los jerarcas se sienten amenazados”
Para el analista, la orden de entregar armas “es atípica” y no responde a una práctica habitual. “Podría ser una de las dimensiones de las que acabo de mencionar, podría ser… pero si los jerarcas sienten que hay descontento en las promociones que les suceden, temen que estas puedan levantarse en armas y dar un golpe de barracas. Y eso es lo que más está brillando dentro de las alarmas que ha lanzado la población hondureña”.
El hermetismo militar impide conocer el verdadero alcance
Sobre el número de oficiales afectados por la orden, el experto señaló: “Las Fuerzas Armadas tienen sus propias ejecutorias muy cerradas. No pudiéramos contabilizar la cantidad de oficiales, pueden ser 30, 50, 100 o 200. Hay que recordar que dentro de las Fuerzas Armadas hay oficiales, suboficiales, clases y tropas, y dentro de los oficiales, que comienzan desde teniente hacia arriba, no tenemos acceso a ese banco de datos”.
Autogolpe: ¿el verdadero objetivo?
El analista fue más allá al vincular la decisión con un posible intento autoritario. “Desde el punto de vista de la politología, desde las avanzadas del progresismo de la izquierda, el peor de los panoramas es un autogolpe. No hablo de golpe de barracas, hablo de un autogolpe de Estado, donde Roosevelt asuma el poder y se lo entregue nuevamente al que fue golpeado desde el Ejecutivo en el año 2009”.
“Las cosas se están configurando de una manera terrible para el pueblo hondureño. Lo que viene en semanas o meses es el intento de evitar a toda costa las elecciones generales. Saben que estarán vigilados, no podrán cometer fraude, y saben que no tienen ninguna probabilidad de ganar”.
También vinculó la estrategia del oficialismo a actores externos: “El poder real lo ejerce el esposo de la presidenta, con el apoyo evidente y descarado de espías cubanos y venezolanos. Esto es parte de la estrategia del oficialismo, impulsada por el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, que ahora ha venido a suplir sus debilidades”.
“Esta es la hora de unirse. El pueblo debe reaccionar”
“Es una encrucijada. Pueden pasar dos cosas: uno, que los oficiales entreguen las armas y todo siga como hasta ahora, o dos, que digan: ‘No voy a obedecer una orden que va contra la Constitución’. Y allí se va a ver el patriotismo de esas nuevas promociones frente a la tiranía política que se quiere implantar en Honduras. Llámese comunismo”.
El experto fue claro al defender la integridad institucional de las Fuerzas Armadas: “La institución como tal no está corrompida, pero sí la cúpula. La institución es noble, es buena, y ha apoyado al pueblo hondureño en los momentos más difíciles. Esta es una oportunidad de oro para recuperar la credibilidad histórica que ha tenido”.
“Los oficiales tienen a su disposición la objeción de conciencia, es decir, pueden rechazar cumplir una orden que va en contra de su conciencia. Porque el primer deber de un soldado es defender la Constitución, y después, la institucionalidad de la República. Primero está la Carta Magna”, puntualizó.
¿Qué puede pasar si no obedecen?
Al ser consultado sobre las consecuencias que enfrentarían los oficiales que se nieguen a entregar sus armas, el analista respondió: “Podrían recibir baja deshonrosa, ir a la cárcel. Pero también podrían darle vuelta a esta intención de la cúpula militar, evitarla, y sí, incluso propiciar un golpe de barracas —pero uno positivo— que despierte al país y alerte sobre el rumbo autoritario del actual oficialismo comunista”.
Insistió en la necesidad de unidad nacional: “Esta es la hora de unirse. De que una sola voz diga ‘¡no más!’. Que el pueblo se movilice, como ya lo hizo cuando fue a apoyar a las consejeras del Consejo Nacional Electoral. El principal responsable de todo esto es Hernández, junto con la dejadez y la lentitud del Ministerio Público, manejado por Johel Zelaya”.
“Roosevelt sigue el manual de Padrino López»
Finalmente, el analista recordó que el jefe del Estado Mayor hondureño visitó Venezuela, donde se reunió con su mentor Vladimir Padrino. “Están siguiendo la línea perfecta del empoderamiento por la farsa del comunismo dictado por el Foro de Sao Paulo, y ahora reforzado por el Grupo de Puebla”.
“El futuro del país depende exclusivamente de la unión del pueblo hondureño. Las instituciones ya no funcionan, eso está demostrado. La salida está en la movilización ciudadana y en la conciencia patriótica de los oficiales que aún creen en la Constitución”, concluyó.