Mientras miles de hondureños circulan desde 2023 con frágiles placas de papel como único medio de identificación vehicular, la Unidad de Investigación de ICN Digital descubrió que en las bodegas del Instituto de la Propiedad (IP) se resguardan miles de placas metálicas.
Dichas placas no son accesibles para el ciudadano común, debido a que están reservadas exclusivamente para un selecto grupo de allegados y se otorgan mediante un sistema discrecional, a través de memorandos internos.

Placas de papel
Ese reducido círculo de amigos, funcionarios y recomendados, sistema que en Honduras se conoce como “argolla”, accede a placas de metal a través de un mecanismo interno no regulado, sustentado en afinidades personales y favores institucionales.
Documentos internos y fotografías en poder de la Unidad de Investigación de ICN revelan que altos mandos del IP han administrado de manera discrecional miles de placas vehiculares físicas, entregándolas selectivamente a un grupo VIP.

Mientras tanto, la mayoría de los hondureños recibe una simple hoja para circular en su vehículo.

Stock para los VIP
En paralelo, en las oficinas centrales, se sigue manejando a discrecionalidad el stock de placas metálicas.
Uno de los documentos al que tuvo acceso ICN es el memorándum DGRV-IP-0218-02-2025, firmado por la directora general de Registro Vehicular, Glenda Moncada, quien ordena al jefe interno de COAR-RV Tegucigalpa, Israel Carías, el “cambio de placas virtuales a placas físicas (metálicas)”, a favor de una particular identificada en el expediente.
Según el documento, fechado el 5 de febrero de 2025, la funcionaria detalla que la persona a la que está beneficiando tenía placas virtuales con nomenclatura JAIOXXXX y que ahora deberá recibir unas HDWXXXX (se protegen los últimos dígitos de las placas).

“Favor, atender y dar el trámite que corresponde”, se instruye en el texto.
Este no fue un caso aislado. El 3 de marzo, la misma funcionaria firmó una orden similar, beneficiando a otro ciudadano mediante un “replaqueo” discrecional.
A unos sí y a otros no…
Cuando en 2023 el IP comenzó a quedarse sin placas, la administración decidió retirar de las bodegas regionales todos los remanentes bajo el argumento de que era injusto repartir a unos sí y a otros no.
Esta política cambió tras la llegada de la Junta Interventora, cuando las placas fueron trasladadas a Tegucigalpa y, desde entonces, comenzaron a entregarse selectivamente.
En fotografías exclusivas obtenidas por ICN Digital se observan cientos de juegos de placas metálicas almacenadas en cajas y estantes, listas para su distribución. No obstante, cualquier ciudadano que intente solicitarlas recibe una respuesta lapidaria: “no hay placas disponibles”.
De acuerdo con estimaciones, actualmente quedan alrededor de ocho mil juegos de placas almacenadas, aunque el número disminuye cada semana conforme los VIP reclaman más.
Licitaciones fallidas
A la fecha, han fracasado tres procesos de licitación internacional para adquirir placas, el último apenas el mes pasado; sin embargo, las autoridades del IP evitan que este hecho sea del conocimiento público.

La Unidad de Investigación de ICN confirmó que el más reciente proceso de licitación internacional también fracasó.
La tercera licitación fallida provocó -incluso- la renuncia del jefe del Departamento de Compras del IP y el despido del encargado directo del proceso.
Este año no habrá placas
Ante este escenario, se ha confirmado que no habrá nuevas placas metálicas disponibles en el país en todo el 2025; de levantarse una nueva licitación, las placas serían adquiridas hasta finales del próximo año.
Desde este medio de comunicación intentamos contactar a los miembros de la Junta Interventora del IP para conocer su versión; además, personal del departamento de Relaciones Públicas prometió trasladar las consultas, pero han pasado un par de semanas sin obtener respuesta.

Mientras tanto, las placas de metal se entregan “de dedo” a unos pocos privilegiados.