911. Terrible ese audio de los pobres migrantes pidiendo auxilio al 911 de Texas y nunca les pararon bola. Lo mismito pasó en Uvalde, donde un cipote orate mató a 19 niños y dos maestras. Como eran latinos, les peló el eje.
COLOMBIA. Para que vean cómo actúan los políticos serios: Gustavo Petro y su opositor, Rodolfo Hernández, tomados de la mano y anunciando, juntos, un gran diálogo por Colombia. Igualito a aquí.
SACÓ. La Piedad sigue sin aclarar de dónde puercas sacó los 68 mil verdecitos que llevaba camuflados en su turbante o, mejor dicho, quién se los dio. Seguro que el CNA no tarda en abrir una “línea de investigación”.
MESES. Hombre, pasan los días, las semanas y hasta los meses y neles pasteles de los sicarios que mataron a los policías en el Bajo Aguán. Solo los extraditables no tocan tablita.
CAMINO. Avisa Carmencita López, viceministra de Gobernación, que el gobierno ya lleva un “camino avanzado” hacia la Constituyente. Ja…je…ji…jo…ju…
CINCO. Pedro Joaquín admite que ha estado contratando gente a mansalva, sin presupuesto, y que les debe cinco meses. Allí solo que venda la Prado blindada y les pague.
NUNCA. Aclara Melvin Ariel Madrid, secretario general de Recursos Naturales y Ambiente, que nunca ha sido asistente de Víctor Fernández ni defensor de los guapinoles, y que fue nombrado por decisión de Xiomara Castro luego de valorar su perfil profesional y ético. Vale la aclaración.
MANTAS. Hombre, en esas redes le están dando de beber de su misma medicina a Libre, y ayer la capital amaneció tapizada con mantas y la consigna “nos mintieron”. Sacan a bailar las promesas de campaña como los “combustibles más baratos”.
CANCIÓN. Hasta a la canción del Fuera JOH, de Macario Mejía, le dieron vuelta de calcetín y la readaptaron con dedicatoria a la pareja presidencial. No hallan qué inventar.
AUTOR. Que les valga a los “compositores” que Macario ya no está, porque si no, ya les clavaba una demanda por violación de derechos de autor.
ROMEO. Otro que reapareció ayer es Romeo, y jura que se siguen haciendo las víctimas como “inocentes angelitos”, cuando todo mundo sabe que lo que querían era quedarse a la brava en el poder.
HORA. Que sigan, manda a decir, cambiándole nombres a calles y bulevares, viviendo como burgueses, despilfarrando el pisto del pueblo, perdonándose sus delitos, “también les llegará su hora”.